Valor emocional: creando fuertes lazos con los clientes

Construir una cultura de servicio emocionalmente amigable
El aspecto más importante en los negocios, aunque parezca difícil de imaginar, es "las reacciones emocionales” que tienen los clientes. Una experiencia emocional positiva hará que el cliente vuelva y una negativa lo ahuyentará. Si compren-de bien
el rol crítico que juegan las emociones, su empresa puede competir mejor y retener tanto a clientes como a empleados.
La satisfacción con el producto que vende no es suficiente. El cliente debe tener una experiencia satisfactoria. Para ello, debe entender el rol y el poder de las emociones en su negocio, y crear conciencia (awareness) entre sus empleados.
El valor emocional es literalmente el valor económico de los sentimientos. Ejemplo: una aerolínea descubrió que la selección de palabras usadas por sus empleados al tratar las quejas por equipaje perdido, era mucho más importante para la decisión de utilizar la aerolínea de nuevo que la puntualidad, precisión o monto de la compensación.
Los clientes nunca son neutrales. En cada transacción comercial, siempre hay emociones, es decir hay sentimientos involucrados – aunque a veces sean intensos, y otras veces sean difíciles de percibir.
La reacción emocional está en el fondo de cualquier preferencia del consumidor por una marca. En consecuencia, las emociones son siempre motivadoras de la acción – la acción de comprar, por ejemplo. Frecuentemente, los consumidores explican su decisión de comprar con frases como “lo quería”, “lo necesitaba”, sentí que “lo merecía”, etc.

Las emociones nos indican:
– Qué le importa al cliente
– Cómo se relaciona el cliente con el proveedor de servicio
– Cómo se comportará el cliente

Estar consciente de las emociones
Para poder lidiar efectivamente con las emociones, es importante que tanto quienes vendan como quienes compren estén conscientes de su propio rango emocional. Si uno no conoce bien qué está sucediendo consigo mismo tanto física como emocionalmente, entonces bajo estrés, el sistema puede reversarse hacia comportamiento hostil.
Esta hostilidad puede conllevar a que los empleados culpen a los clientes, y los clientes a los empleados. Si usted conoce sus propios sentimientos, puede tomar mejores decisiones; además puede aprender a aceptar su estado de ánimo, en lugar de cambiarlos; especialmente si decide que éste es el mejor para afrontar las circunstancias.

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Emociones positivas
Los estados emocionales positivos son un importante activo de negocios. Investigaciones sugieren que se puede ser más efectivo en cualquier cosa con tan solo dejar “dominar las emociones positivas”. En los negocios, esto implica que se puede ser más efectivo con los clientes.

Para promover las actitudes positivas:
– Descanse de los clientes molestos
– Cree espacios mentales entre un evento, y su juicio del mismo
– Haga sesiones de tormenta de ideas (brainstorming) con sus empleados sobre problemas frecuentes del consumidor, y cómo tratarlos
– Discuta con los empleados acerca de cómo ellos se sienten interactuando con los clientes
– Cambie físicamente su estado mental

Usar la Destreza Emocional
Cada negocio tiene la opción de cómo ver su relación con los clientes. Algunos la consideran como un mal necesario, otros la consideran como parte de su “destreza emocional”. La destreza emocional implica conocer sus emociones, manejarlas, motivarse a uno mismo, respetar las emociones de otros, y manejar las relaciones.

Requiere, entre otras cosas:
1) Aprender a obtener lo que uno quiere sin tener que
batallar todo el día
2) Aprender a prevenir y manejar el agotamiento (la
causa principal del agotamiento es la acumulación de sentimientos que no se reconocen o manejan). Aquellos supervisores que gerencian con autenticidad emocional, fijan el ritmo para el resto de los empleados. Cuando esto se hace prioridad para la gerencia, los empleados deben comprender que en lo sucesivo, no serán entrenados en aspectos técnicos únicamente – también serán entrenados en habilidades emocionales y sociales.
Maximizar la experiencia del consumidor mediante empatía
Los estudios de satisfacción del usuario no logran medir nada útil, y raramente presentan data consistente. Básicamente fallan porque:
1) No miden las reacciones emocionales del cliente y
2) Las escalas de satisfacción no dicen nada acerca de qué debería hacer la organización para mejorar. Los investigadores están trabajando en la búsqueda de formas de medir las emociones de los clientes. En una encuesta típica, es muy fácil lograr que el cliente escoja una evaluación superior mediante la forma en que se plantea la pregunta. Sin embargo, la idea de satisfacción que tiene una persona no necesariamente coincide con todas las demás.
Una industria en particular, la del entretenimiento, ha comprendido siempre la importancia de la reacción emocional. Las demás, apenas están comenzando a entender que, aún cuando sus productos o servicios no son “emocionantes”, deben igualmente comprender las emociones e interactuar empaticamente.
Entrenar a los empleados para usar la “empatía” incluye el tema de las 5 C’s de la teoría de la intimidad:

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– Comunicación
– Cuidado (caring)
– Compromiso (commitment)
– Comodidad (confort)
– Resolución de Conflicto

Todas giran en torno a la habilidad de interrogar y escuchar hábilmente.
Pedir disculpas sinceramente también lleva a la empatía, y frecuentemente al perdón. Así, la empatía no solo fluye del empleado al consumidor, sino del consumidor al empleado también.
Los reclamos son oportunidades emocionales.
Es factible transformar un cliente reclamante en uno leal, si su empresa desarrolla procedimientos efectivos y comprensivos de manejar las quejas. Cuando un cliente reclama, sus emociones están al máximo , y estas emociones necesitan tanta o más atención que el objeto del reclamo en sí.
Algunas investigaciones sugieren que los clientes tienden a mantenerse como tales si reclaman y dan la oportunidad a la empresa de corregir la situación. Un cliente recuerda mejor una experiencia en la cual reclamó y fue atendido correctamente, que una experiencia en la que no tuvo problemas. Los empleados que manejan los reclamos deben verlos como oportunidades de servir mejor, y de mostrarles cuán valiosos son para la empresa. Esto convierte la queja en una situación ganar-ganar, en la que la empresa tiene la oportunidad de impresionar al cliente.
Pero la empresa debe manejar las emociones del cliente sobre la experiencia completa. Sin la empatía, el proceso de reclamo puede resultar muy negativo al considerar que a nadie le importa, nadie entiende y nadie lo respeta.
Eliminar la culpabilidad es muy importante. Cualquier cliente se pondrá furioso si la empresa lo culpa por el problema en cuestión. La idea es resolver el problema, dejando al cliente emocionalmente satisfecho.
Usar las conexiones emocionales para incrementar la lealtad
La mayoría de los clientes prefieren ser leales – serlo le simplifica mucho la vida. La compra es más rápida, y la decisión es más fácil y segura. La lealtad “se siente bien”. Pero no es generada por la calidad de los productos o sus precios – es el resultado de la respuesta a la necesidad del usuario.
Los clientes leales incluso son mas pacientes al tolerar retrasos, escasez de productos, errores y demás aspectos de baja calidad.
“La satisfacción es una actitud; la lealtad es un comportamiento”
Un cliente leal puede traer muchos clientes nuevos – es la extensión de su fuerza de ventas. Es decir que mantener un cliente leal es un esfuerzo que ayuda a adquirir nuevos clientes referidos. La clave está en convertir un cliente nuevo en uno leal, lo cual se debe hacer al responder a sus necesidades emocionales.
Los beneficios de hacer una conexión emocional con el cliente son enormes. Un estudio sugiere que enfocarse en cuidar a los clientes resulta en mantenerlos hasta por 50% mas tiempo, lo que a su vez, reduce los costos de mercadeo entre 20% y 40%, resultando en una mejora del ingreso entre 7% y 17%. La conexión emocional no sólo es agradable, es buen negocio también.
Una forma de impactar emocionalmente en el cliente es prestar atención a los pequeños detalles. Ejemplo: un individuo compra un vehículo, y camino a su casa nota que sus estaciones de radio favoritas han sido pre-programadas – un empleado de la agencia había anotado la programación en el vehículo que el cliente entregó como parte de pago.

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