Predictores de la resiliencia en los jóvenes

La resiliencia es la capacidad de adaptarse a circunstancias amenazantes y salir fortalecido de las adversidades. En conjunto con especialistas de Brasil y México, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) analizó las variables psicosociales que predicen la resiliencia entre los jóvenes y adolescentes. En el estudio aparece la idea de que las vinculaciones observadas entre bienestar y resiliencia estarían indicando que el apoyo emocional dentro del hogar y los intercambios sociales positivos influirían significativamente sobre la capacidad para afrontar situaciones adversas. El trabajo también evidenció que tanto el bienestar, la inteligencia emocional como el optimismo, son factores que propician la resiliencia.

El estudio, dirigido por la psicóloga e investigadora del Conicet, Alicia Omar, rescata el término “resiliencia” de la Física. Bajo esta teoría se estudia la capacidad que tienen algunos cuerpos de recuperar su forma después de recibir presión. Las ciencias sociales y del management se apropiaron de este término y lo aplican a esta mirada a la capacidad de los individuos de salir fortalecido de las adversidades.

Alicia Omar explicó muy claramente el significado de resiliencia: “Es un poco lo que decían las abuelas: ‘lo que no te mata, te fortalece’”, y es justamente eso, superar los malos momentos y no sólo no caer sino, salir rearmado”.

La investigación

Se realizó en conjunto con especialistas de Brasil y México y tuvo dos enfoques: uno émico, centrado en el significado que otorgaban los adolescentes a determinadas situaciones, donde se analizó la variabilidad dentro de cada grupo cultural, y otro ético, donde se llevó a cabo una comparación de los resultados entre los grupos nacionales. Los predictores son variables que predicen o explican un fenómeno, por eso se llaman predictores de la resiliencia, porque son las variables que mejor prevén la ocurrencia en los menores.

Para realizar la investigación, el equipo partió de dos presupuestos básicos: ciertas variables psicosociales como el bienestar subjetivo, las estrategias de afrontamiento activo del estrés, el optimismo, el sentido del humor y la inteligencia emocional, como predictores de la resiliencia; y los valores culturales propios de cada país que modularían las relaciones entre las variables psicosociales y el comportamiento resiliente de los jóvenes.

Se analizó una muestra intencional, anónima y voluntaria, integrada por 461 estudiantes, con una edad promedio de 20 años y asistentes a escuelas públicas y privadas de sus respectivos países. La selección de la muestra estuvo a cargo de los propios docentes, con quienes se mantuvieron reuniones informativas para unificar criterios acerca de la resiliencia, instruirlos para identificar a los estudiantes en riesgo que exhibieran conductas resilientes al momento del estudio y les aplicaran la escala de resiliencia.

Luego de vincular la resiliencia con cada variable, los investigadores llegaron a algunos resultados: los mejores predictores son el bienestar subjetivo, el optimismo y la inteligencia emocional; los sujetos resilientes afrontan el estrés mediante estrategias de acción directa (se enfrentan con los problemas y tratan de solucionarlos); y la orientación al colectivismo atenúa las relaciones entre resiliencia y las variables predictoras.

El fin de la investigación es contribuir a la implementación de programas tendientes a aumentar la resiliencia de jóvenes y adolescentes en riesgo y aumentar su conocimiento. También, la valoración de las fortalezas y virtudes humanas. “El apoyo emocional dentro del hogar y los intercambios sociales positivos dentro de la escuela influirían significativamente para que los adolescentes enfrenten situaciones amenazantes y puedan superarlas”, comentó la investigadora.

Alicia Omar consideró la manera de poder aplicar en la práctica los resultados de la investigación: “En nuestro país tenemos grupos marginales, de drogadictos y de extrema pobreza y una forma de intervención sería desarrollar la resiliencia en estos jóvenes, demostrándoles que pueden rearmarse y aprender de las adversidades y salir fortalecidos. Deberían desarrollarse programas para aplicar en las escuelas, en los servicios de seguridad social y en los municipios. Se podría también trabajar en el desarrollo de la resiliencia porque es una fortaleza humana que todos tenemos y podemos desarrollar”.

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