Obama quiere enfocarse en la educación de desempleados

WASHINGTON. El presidente Barack Obama quiere que el seguro de desempleo se convierta en el primer escalón para trabajos futuros, por eso desea promover la matriculación a academias o centros de entrenamiento laboral.

Su éxito dependerá de la voluntad que los estados y universidades tengan para cambiar sus regulaciones.

La gente que ha sido cesada y quiere volver a trabajar generalmente tiene que resignarse a dejar de percibir sus cheques mensuales de desempleo. Y si ellos deciden regresar a estudiar, generalmente no son aptos para recibir ayuda federal financiera porque el gobierno usa información financiera del año anterior para determinar el apoyo dado a la gente.

De acuerdo con las regulaciones anunciadas el viernes por Obama, el departamento de Trabajo pedirá a los estados que hagan excepciones durante crisis económicas para que los desempleados puedan mantener sus prestaciones si es que se matriculan en universidades con carreras de dos años o en academias.

Los gobiernos estatales, no Washington, deciden quien es apto para desempleo, y generalmente exigen que el beneficiario esté buscando trabajo activamente. Eso puede complicar los planes para asistir a un centro educativo.

Entretanto, el Departamento de Educación, animará a las universidades a tener en cuenta la situación financiera de una persona desempleada que solicita becas Pell u otros tipos de ayuda de entrenamiento laboral o educativo. A partir de Julio, el monto máximo de una beca Pell, para estudiantes de bajos recursos, aumentará en 500 dólares a 5.350.

Algunas universidades aplaudieron el plan del presidente. George Boggs, Presidente de la American Association of Community Colleges, apuntó que Obama anularía obstáculos que evitan que los desempleados regresen a los centros superiores. La asociación representa a cerca de 1.200 universidades de instrucción general.

"Hay veces que no damos a nuestro gobierno el crédito por hacer cosas que tienen sentido", manifestó Boggs. "Es tremendo ver al gobierno tomando cartas en el asunto y anulando estos malos estímulos".

Sin embargo, un crítico de nivel estatal acusó a Obama de evitar la interrogante del costo.

"Como muchas de las iniciativas del presidente, la respuesta de quien paga la factura es los contribuyentes estatales y generaciones futuras", apuntó el gobernador republicano de Carolina del Sur Mark Sanford, uno de los críticos más duros del presidente en cuestiones de gastos.

 

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