MADRID. Como ocurre habitualmente todos los meses de julio, el mes pasado muchos empresarios decidieron dar de baja a sus trabajadores en la Seguridad Social, para luego volver a contratarlos, pasado el periodo vacacional, y con ello ahorrarse las cotizaciones de estos empleados durante las vacaciones.
Se trata de una práctica, que ha sido calificada numerosas veces como “fraudulenta” por los responsables del Gobierno, y que también se produce, incluso con más intensidad, en el mes de diciembre, con las vacaciones navideñas.
En julio pasado, las empresas dieron de baja en la Seguridad Social en los últimos dos días hábiles del mes a 216.000 trabajadores, una cifra muy parecida a la registrada en julio de hace un año.
Otra prueba de que estos trabajadores sufren despidos temporales durante las vacaciones y no son rotaciones normales de empleo eventual es que normalmente, el resto de los meses del año, los primeros días de mes la Seguridad Social recupera la gran mayoría de las bajas causadas el último día del mes anterior.
Pero en los primeros días de agosto, sólo se han recuperado 85.000 de las 216.000 bajas de los dos últimos días de julio. Esto quiere decir que los empresarios esperan entre diez y veinte días (los que supuestamente está de vacaciones el trabajador) para volver a darles de alta.
Hasta el momento, la Inspección de Trabajo no actuaba de forma concreta contra estas empresas, al no poder detectarlas claramente, según explicaban fuentes del Ministerio de Trabajo. Sin embargo, la nueva estadística que elabora la Seguridad Social de ‘afiliados físicos’, va a propiciar a la Inspección los datos concretos sobre las empresas que cometen habitualmente esta práctica fraudulenta.
Según fuentes de la Seguridad Social, esta estadística detecta a aquellos trabajadores que cotizan entre 350 y 355 días al año, y siempre con la misma empresa, en lugar de cotizar los 365 días del año, como lo hacen más del 60% de los cotizantes.
En concreto, estas mismas fuentes precisan que cerca de medio millón de trabajadores cotizan entre 350 y 355 días en el año, pero a esta cantidad hay que depurar los que no lo hacen con la misma empresa o empezaron a cotizar a mediados de enero y aunque no les hayan dado de baja en el resto del año no figuran como 365 días cotizados.
Hecha esta depuración son 200.000 trabajadores los que, según estas mismas fuentes de la Seguridad Social, estarían afectados habitualmente cada año por la práctica empresarial de despedir temporalmente a los trabajadores.
Lo que están haciendo ahora los responsables de la Seguridad Social es detectar las empresas, “con nombre y apellidos”, donde se producen estas prácticas, para enviar dichos datos a la Inspección de Trabajo y que sus inspectores puedan llevar a cabo un plan específico sobre estas empresas.
Sectores afectados
La mayoría de estos trabajadores proceden de los sectores de la construcción, la industria y la educación. De hecho, estas tres actividades fueron las únicas dónde se destruyó empleo durante el mes de julio, con 8.301 cotizantes menos en la industria manufacturera, donde el número de afiliados se redujo en 5.497.
El sector educativo, por su parte, fue dónde más empleo se destruyó debido al fin de la temporada académica, con lo que el número de cotizantes disminuyó en 23.679, una cifra casi idéntica que la del mismo mes de julio de 2005 en este sector.
En el caso de la construcción es más que evidente que la caída se debe a la práctica fraudulenta de los “despidos de verano”, ya que este sector está a la cabeza de la creación de empleo, con un incremento anual de más del 8% y 143.830 trabajadores más en los últimos doce meses.
La Inspección de Trabajo, que depende del ministerio que dirige Jesús Caldera, tiene un área especial dedicada a la Seguridad Social. Los inspectores que trabajan en ella vigilan si los empresarios están al corriente de pago y si tienen dados de alta en el sistema a sus empleados correctamente.
Fue precisamente esta área en la que los inspectores de Trabajo registraron más irregularidades en el primer trimestre del año, con 11.533 actas de infracción, con sanciones por valor de 9,9 millones de euros.
En las visitas efectuadas a las empresas entre enero y marzo pasados, la Inspección promovió el alta de 10.240 empleados que estaban trabajando sin cotizar a la Seguridad Social, y recaudó 206.980 millones de euros en cotizaciones impagadas.
En todo el año pasado, los inspectores promovieron 36.932 altas al sistema y recaudaron 920.383 millones de cuotas impagadas.
Según la Ley de Sanciones e Infracciones en el Orden Social, la no comunicación en tiempo y forma del alta de cada trabajador constituye una infracción grave por parte del empresario, que es sancionable con multa entre 300,51 euros y 3.005,07 euros.
Además, los cambios legales de la última reforma laboral también darán nuevas armas para combatir la práctica de dar de baja al trabajador durante periodos de vacaciones, ya que establece límites al encadenamiento de contratos temporales, lo que impedirá que un trabajador acumule dos o más contratos temporales durante dos años en la misma empresa y para el mismo puesto en un periodo de 30 meses.