Los gremios agrupados entre los "gordos" y los "independientes" de la CGT cuestionaron el "personalismo" del titular de la central obrera, Hugo Moyano, y exigieron una conducción colegiada para participar de la ronda de diálogo con el Gobierno.
En un encuentro que reunió a disidentes a la conducción del camionero, se buscó acorralar al líder sindical para concretar la avanzada para quitarle poder, y la forma que utilizaron fue poner al Ejecutivo nacional en el medio, con la amenaza de quitarle respaldo gremial al Consejo Económico y Social.
Sin embargo, la falta de contundencia en el reclamo para la salida del camionero de la CGT generó el descontento de los disidentes de la CGT Azul y Blanca que lidera el gastronómico Luis Barrionuevo, que acusó a gordos e independientes de "arrugar ante el poder de Moyano y del Gobierno".
"En la reunión se trató el personalismo de Moyano para conducir. Queremos que el Gobierno se dé cuenta que además de Moyano hay otros dirigentes sindicales en condiciones de conducir al igual que él y capaces de aportar al país", señaló el titular del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri.
El líder mercantil fue el más contundente de los sindicalistas que intervinieron en el cónclave antimoyanista en la UOCRA, donde terminaron de coincidir en una fuerte embestida contra el jefe camionero por su falta de consulta interna para las decisiones de la central obrera.
"Moyano nunca tuvo el respaldo absoluto, tuvo la complacencia para que conduzca la central, pero cuando él va solo al Gobierno y el Gobierno acepta sólo el diálogo con Moyano ahí está el problema", cuestionó Cavallieri.
Por su parte, Gerardo Martínez (UOCRA) negó que se busque la "renuncia" del camionero a la central obrera, pero advirtió a la presidenta Cristina Kirchner que "hablar sólo con Moyano no es hablar con la CGT".
"No hay que hablar de cambios. No se tiene que ir Moyano; el es el secretario general. Nuestra preocupación es escuchar el reclamo de la gente y encontrar fórmulas con el Gobierno para que la crisis no golpee", sostuvo.
Pero el jefe del gremio de la construcción fue el que planteó la necesidad de instrumentar un "cuerpo colegiado en el que se represente a los compañeros sindicales" en el inicio de la ronda de diálogo con el Gobierno y cámaras empresarias.
"La conducción colegiada debe ir al Consejo Económico y Social. Lo importante es que hay algunos que reclaman cambios en las formas y los debates internos dentro de la central. Queremos la unidad del movimiento", enfatizó.
Fue Oscar Lescano, de Luz y Fuerza, quien destacó las "conversaciones" que ambas líneas gremiales vienen manteniendo con Barrionuevo, aunque explicó que si la CGT no se rompe, "es porque hay voluntad de diálogo".
También remarcó que ambos sectores enfrentados a Moyano "están dispuestos a apoyar" al Gobierno de Cristina Kirchner, aunque advirtió que de aquí en más "sin duda se terminó es esta forma de conducción" del líder camionero.
Además de Cavallieri, Martínez y Pedraza, en el almuerzo que se realizó en la sede porteña de la UOCRA estuvieron presentes Andrés Rodríguez -UPCN- y Carlos West Ocampo -Sanidad-, y el clima de ruptura estuvo instalado desde el inicio del encuentro.
Las críticas a Moyano expresaron el malestar que ya existía con el camionero pero que afloraron luego del traspié electoral del oficialismo en Buenos Aires: "Nunca dio una explicación de sus pretensiones electorales que forjó a través del acto de la 9 de Julio", se quejó un gremialista.
Sin embargo, Moyano apostó nuevamente a quitarle trascendencia la situación y se anticipó a la jugada de sus opositores confirmando su asistencia a la convocatoria del Gobierno al Consejo Económico y Social, previsto para este martes por la tarde.