SANTIAGO. La recuperación de los precios del cobre significaría problemas para el poderoso sector minero chileno, mientras se preparan negociaciones colectivas con trabajadores ávidos de obtener los beneficios del alza en el valor del metal rojo.
Los sindicatos se mantuvieron tranquilos mientras la crisis global golpeó los precios del cobre y a la economía chilena el año pasado y a inicios del 2009.
Los precios del metal aún están lejos de los más de 4 dólares la libra que alcanzó a mediados del 2008, pero con un precio cercano a los 3 dólares la libra se ubican en más del doble de lo alcanzado en diciembre del año pasado, lo que anima a los trabajadores a demandar mayores salarios.
Los sindicatos chilenos son conocidos por huelgas prolongadas cuando fracasan las negociaciones contractuales, afectando la producción de los yacimientos y causando temores globales de suministro. Chile produce cerca de un tercio de la oferta de cobre en el mundo.
La estatal Codelco, la mayor productora mundial de cobre, y la gigante BHP Billiton tienen negociaciones colectivas con miles de sus trabajadores en sus mayores operaciones, Chuquicamata y Escondida, respectivamente.
"El cobre sobre los 2 dólares la libra está muy por encima de su histórico y eso naturalmente nos da el derecho de demandar más, luego de años de grandes ganancias por parte de las compañías y promesas no cumplidas a los trabajadores", dijo Pedro Marín, presidente de la Federación Minera de Chile.
"Este año vamos a ver más marchas y huelgas, sin duda", agregó.
Marin, quien participó de una huelga de 25 días que paralizó Escondida en el 2006, aseguró que la compañía abandonó negociaciones anticipadas con los trabajadores en enero.
"Con los precios altos esperamos negociaciones más duras, eso significa huelgas", dijo un líder sindical de la división Norte de Codelco, la mayor de la compañía, que pidió anonimato.
"Los trabajadores esperan que los precios se mantengan altos en el futuro", agregó.
Los precios del cobre se han recuperado para alcanzar máximos de 10 meses y medio a 2,94 dólares la libra para entrega en septiembre.
Tanto Codelco como BHP Billiton declinaron comentar sobre las negociaciones. Escondida y Chuquicamata suman cerca de un 30 por ciento de la producción total de cobre de Chile.
DEBILES GANANCIAS, FUERTE POSTURA
"No hay dudas de que un precio en torno a los 3 dólares (la libra) genera un escenario de negociación con mayores demandas que un precio de 1,5 dólares por libra", dijo Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo del grupo de la industria Cesco.
Guajardo también aseguró que los mayores costos de operación han reducido los márgenes de ganancias de las grandes mineras durante el primer semestre del año, lo que podrían endurecer su posición durante las negociaciones.
Los costos de Escondida subieron un 1,8 por ciento en el primer trimestre del año frente al mismo período del 2008, cuando los precios del cobre estaban altos, según Cesco.
En contraste, en el mismo período Codelco pudo bajar sus costos en un 25,7 por ciento, apoyado en menores costos administrativos y la fortaleza del dólar frente a la moneda local.
La fuerte posición de ambos lados, la que se centrará en mayores demandas salariales y bonos, podría llegar a ser un factor a tomar en cuenta en la campaña presidencial chilena.
El país tendrá elecciones el 13 de diciembre, en lo que se espera sea una reñida contienda entre la actual coalición gobernante, Concertación, y la derechista Alianza, rechazada por los sindicatos más izquierdistas que podrían utilizar las negociaciones para poner presión en la carrera presidencial, según analistas.
Los contratos colectivos de Chuquicamata y Escondida se negociarán en diciembre.
SUBCONTRATADOS: ¿UN RIESGO?
La última huelga de envergadura que golpeó la producción en Chile fue la de los subcontratados de Codelco el año pasado, que obligó a la compañía a cerrar algunas de sus divisiones.
Los trabajadores alcanzaron acuerdos luego de la medida y amenazaron con llevar las protestas a las firmas privadas.
Pese a que la amenaza no llegó a concretarse y los subcontratados no generaron nuevas huelgas, analistas estiman que aún son un riesgo para las compañías.
"Es un movimiento que se puede prender inmediatamente como el fuego. No hemos escuchado nada en los últimos meses, pero los dirigentes siguen existiendo y cuando se abra una oportunidad de buenas negociaciones la van a aprovechar", aseguró Juan Ignacio Guzmán, profesor de la Universidad de Los Andes.