MADRID. La segunda jornada de paro indefinido en el sector de transporte por carretera en protesta por los altos precios de combustible provocó atascos en las entradas de las grandes ciudades por las protestas de los camioneros en huelga.
La nueva reunión entre el Gobierno y los transportistas en huelga – La Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer) – el martes por la mañana en el ministerio de Fomento culminó sin acuerdo y proseguirá por la tarde.
Los accesos a Madrid han sido algunos de los más afectados ayer por la mañana, ya que los camiones circulaban a una velocidad muy baja y el Gobierno ha llegado a permitir el acceso gratuito a las carreteras radiales madrileñas para descongestionar las vías, según informan diversos medios.
Andalucía y Cataluña también sufrían retenciones, según los datos de la DGT.
Mientras, los coches seguían haciendo cola en las gasolineras – un 40 por ciento de ellas se habían quedado sin combustible en la zona más afectada de Cataluña – y algunos alimentos frescos entraban en menor medida en algunos mercados.
Los comerciantes en Mercamadrid, en declaraciones a TVE, dijeron que los alimentos frescos empezarían a escasear en los próximos días.
No obstante, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, quiso tranquilizar a la población.
"El abastecimiento está garantizado, el Gobierno está trabajando conjuntamente con el sector para solucionar cuantas cuestiones vayan surgiendo a lo largo de estos días y yo espero que muy pronto podamos solucionar este conflicto", declaró la ministra.
La policía tuvo que escoltar en algún caso a los camiones cisterna a algunas gasolineras para superar los piquetes y evitar ataques, ya que algunos huelguistas pincharon los neumáticos de los camiones que no secundaban la huelga.
Cepsa dijo que el 45 por ciento de sus entregas no había conseguido llegar a sus destinos por bloqueos, aunque Repsol, que es la que más carburante reparte en España, dijo que estaban llegando con "relativa normalidad".
La mitad de los camiones cisterna de lo habitual acudieron a recoger carburante el lunes, según la empresa de distribución CLH, aunque un portavoz añadió que muchas compañías petroleras habían tomado suministros extra en los días previos a la huelga.
La huelga indefinida, a la que se ha sumado los camioneros portugueses, fueron respaldadas por protestas al otro lado de la frontera con Francia por el impacto de los altos precios del petróleo, que ha llegado a alcanzar los 139 dólares el barril. El precio del diésel ha aumentado a 1,30 dólares por litro frente a 0,95 hace un año.
En Cataluña, Seat dijo que detuvo la producción el lunes por la noche y otros dos turnos el martes – reduciendo la producción en unos 700 coches por turno – por no tener las piezas suficientes.
Otros fabricantes de coches dijeron que tenían suficiente material para varios días más.
Al paro del transporte también hay que sumar un día más la huelga de pescadores, que piden un precio más bajo del gasoil y un control en las importaciones de pescado.