El 63% del empleo temporal creado en el último año se ha cubierto con trabajadores extranjeros. El incremento de la ocupación se ha concentrado en los últimos 12 meses en los servicios y la construcción, mientras que en la agricultura y la industria apenas ha crecido e incluso se ha reducido algo, según los datos que maneja CCOO. El sindicato afirma que se ha "desbocado" el aumento del empleo temporal, y que la actual situación es comparable con la segunda mitad de los 80 cuando se descausalizó la contratación temporal.
El sindicato ha achacado este repunte a un crecimiento económico basado en la construcción y los servicios, así como a los mecanismos de incorporación de mano de obra foránea a la oferta de empleo, mediante contratos temporales o sin contratos, a través de la economía sumergida. Subraya la importante dimensión de ese fenómeno, con más de 600.000 trabajadores anuales en los últimos años.
Las estimaciones de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre del 2005 muestran que la ocupación creció en los últimos doce meses a un ritmo "vigoroso" (5,1%), de manera que se superaron los 19 millones de ocupados. Sin embargo, según CCOO, las características del empleo neto creado en dicho periodo ofrece sobre todo en el 2005 algunos perfiles "preocupantes", ya que el empleo indefinido crece al 3% anual, mientras que el temporal lo hace al 13%. Además, el sindicato precisó que todo el empleo generado es asalariado y el 68% tiene carácter temporal.
El empleo temporal creció por debajo del indefinido hasta finales de 2003, año en el que la evolución se invierte, incrementándose esta tendencia en 2005.
CONTROVERSIA SINDICAL
Precisamente, la excesiva temporalidad en el empleo es una de las razones por las que el sector crítico de CCOO rechazó ayer la renovación del acuerdo para la negociación colectiva. El ala sindical considera que el acuerdo limita los salarios, no avanza en la reducción de la jornada ni en medidas concretas para aumentar el empleo y reducir la temporalidad y se realiza sin ningún debate en el conjunto de la organización.
El sector crítico denunció que se suscribe una nueva moderación salarial, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, al establecerse incrementos salariales con la referencia del 2%, cuando la inflación está en casi el doble (3,7%).
Además, según señaló en un comunicado, la evolución de los costes laborales unitarios se ha desacelerado desde el 3,3% del 2001 al 2,4% del tercer trimestre del 2005, como consecuencia de la reducción de la remuneración por asalariado (del 3,6% en el 2001 al 2,7% en el 2005), lo que indica que "han tenido una aportación positiva a la rentabilidad de las empresas españolas, a costa de una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores".
Igualmente, consideró que la moderación salarial no está "en absoluto justificada" en un contexto de "altos" beneficios empresariales (del 47,8% en el 2004 y del 23,1% hasta septiembre del 2005 en las empresas cotizadas en bolsa); de "fuerte" crecimiento de la economía (3,5% del PIB en el 2005) y de elevaciones de precios "desorbitadas": más de un 10% de la vivienda y por encima del IPC el transporte y la energía.