La mortalidad laboral de los trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social supera en más de un 30% a la media del total de la población ocupada, según se desprende del informe elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), que recoge por primera vez un estudio sobre la siniestralidad de la población extranjera.
Concretamente, por cada 100.000 inmigrantes afiliados 8,4 murieron en sus puestos de trabajo durante el pasado año, frente a los 6,3 que fallecieron si se tiene en cuenta la población total ocupada, lo que significa que el índice de siniestralidad de la población extranjera se sitúa más de dos puntos por encima.
El número de accidentes de trabajo registrados entre la población inmigrante se situó el pasado año en 78.395, de los que 96 fueron mortales, 838 graves y 77.461 leves. Así, el número de accidentes de trabajo por cada 100.000 afiliados extranjeros fue de 6.822 en 2005, mayor que el total nacional (6.012), sobre una población registrada en la Seguridad Social de 1,14 millones de trabajadores.
La cifra total de accidentes laborales mortales ascendió en España en 2005 a 990 siniestros, de los que los citados 96, es decir el 10%, corresponden a inmigrantes. La mayor parte de éstos últimos, un total de 47, se produjo en la construcción, seguido de servicios (26), industria (15) y sector agrario (8).
Concretamente, la industria es el sector donde el índice de siniestralidad de los trabajadores foráneos es casi un 50% mayor (15.009 para inmigrantes frente a 10.174 correspondiente al índice nacional).
Por nacionalidades, son los trabajadores marroquíes los que más accidentes sufrieron (23% del total), seguidos por los nacionales de Ecuador (17,1%) y de Colombia (9,1%).
En cuanto a las principales formas del accidente de trabajo, sigue siendo el sobreesfuerzo la de mayor frecuencia (32,4%). Por detrás figuran las caídas y golpes contra objetos inmóviles (18,3%) y el choque contra un objeto en movimiento (17,3%). La primera causa de los siniestros mortales se debió a patologías no traumáticas, como infartos o derrames, que suponen el 28,8%, los accidentes de tráfico (21,6%) y las caídas (15,8%).
El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, achacó estos datos a que los inmigrantes suelen estar empleados en profesiones con mayor nivel relativo de riesgo y, por tanto, con mayor tasa de siniestralidad y puso como ejemplo la industria alimentaria o de fabricación metálica, ésta última como un riesgo mayor incluso que la construcción.
En este sentido, insistió en que la población inmigrante no sólo no sustituye a la nacional, sino que además los puestos de trabajo a los que accede tienen un mayor nivel de riesgo.
"Estos datos avalan la impresión de que estamos en presencia de una población que desempeña no solo los peores puestos de trabajo en cuanto a retribución, sino también en cuanto a riesgo", subrayó.
CAE UN 3,4% EL ÍNDICE DE SINIESTRALIDAD HASTA JUNIO.
Por otro lado, el número de accidentes de trabajo por cada 100.000 afiliados fue de 6.108 entre julio de 2005 y junio de este año, sobre una población registrada de 15,19 millones, lo que supone una reducción del 3,4% frente a los datos del mismo periodo del año anterior.
Según el estudio del INSHT, el índice de incidencia disminuyó en todos los sectores, si bien es en construcción donde el descenso fue mayor (-5,6%), seguido del sector servicios (-5,1%), agrario (-2,1%) e industria (-0,3%).
En orden a su gravedad, el índice de incidencia de los accidentes mortales descendió un 5%, mientras que los de carácter grave experimentaron una disminución del 18,1%.
El número total de accidentes registrados durante en dicho periodo creció un 1,5% respecto al anterior periodo, hasta contabilizar un total de 927.853 siniestros. No obstante, dicho incremento es sustancialmente inferior al incremento de la población trabajadora con contingencias por accidente de trabajo cubiertas, que fue de un 5,1%.
Por el contrario, se produjo un descenso global del número de accidentes graves (-13,9%) y quedó prácticamente igual el número de mortales (-0,1%).
Por sectores de actividad, el número de accidentes disminuyó en el agrario (-3,8%) y en industria (-0,4%). En servicios se incrementó ligeramente (0,7%) y en construcción un 5,5%. En ambos sectores, sin embargo aumentó notablemente la población trabajadora (6,1% en servicios y 11,8% en construcción), lo que supone, según el estudio, una clara reducción de los índices de incidencia.
Respecto al proyecto de Ley de contratación y subcontratación en la construcción, Gómez resaltó que esta norma recoge un conjunto de medida positivas que permitirán hacer "más transparente" la actividad, un ascenso en el tamaño medio de las empresas y la mejora de los niveles de siniestralidad.
El secretario general de Empleo señaló que el texto que salió del Congreso, que actualmente se encuentra en trámite parlamentario en el Senado, debe ser "íntegramente respetado en lo esencial", por lo que el Gobierno tiene la intención de mantener el texto original que salió de la Cámara Baja.