Tomás Salas Franco: “Es necesaria una reforma más profunda en nuestro modelo de relaciones laborales”

MADRID. El lunes pasado tuvo lugar una jornada informativa sobre los aspectos más relevantes de la recién aprobada reforma laboral, organizada por la mutua umivale.
 
En la apertura del acto, Emilio Navarro, Director de zona de umivale, agradeció su asistencia a las más de 250 personas que, representando a  empresas, despachos profesionales y graduados sociales, llenaron el Salón de Actos de la Fundación Bancaja, lugar elegido para la celebración del evento. Navarro resaltó el papel de umivale como cogestor de la salud laboral de las empresas y sus trabajadores, para hacer empresas más productivas y, por ende, más competitivas.

A continuación tomó la palabra el catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Valencia, D. Tomás Sala Franco, quien inició su intervención calificando a esta reforma laboral de “larga, profunda y compleja, que llega en un momento cercano a la recesión, caracterizado además por una profunda desconfianza de la ciudadanía hacia los líderes políticos. Además esta reforma ha generado muchas y diferentes expectativas de difícil gestión porque sin una reforma financiera que inyecte liquidez al sistema, es muy complicado que la reforma laboral genere empleo. “

Su exposición se dividió en dos grandes apartados; en el primero realizó una descripción pormenorizada de los aspectos más novedosos de la reforma, analizando los cambios más significativos en materia de contratación, flexibilidad interna, extinción de contratos y negociación colectiva. En la segunda parte, Sala hizo una crítica de los aspectos menos afortunados, a su juicio, de esta reforma, entre los que señaló el nulo avance en materia de eliminación de la temporalidad en los contratos  y de fomento de la flexibilidad interna en las empresas. Pero la mayor crítica a esta reforma es “su desequilibrio a favor de la flexibilidad externa y no la interna, al abaratar los despidos y la contratación.

Es necesaria una reforma más profunda en nuestro modelo de relaciones laborales caracterizado por la precarización del empleo y con contratos baratos. El futuro está en la competencia en calidad, para promover la productividad y la competitividad en nuestras empresas y para ello las recetas pasan por el fomento de la formación profesional, la lucha contra la temporalidad y la apuesta seria por la flexibilidad interna”.

 

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