Timmerman dijo en la OIT que países en vías de desarrollo podrían necesitar ayuda económica

BERLIN. El gobierno argentino expresó en la reunión extraordinaria del G20 que "hay una necesidad de proteger y promover los trabajos decentes por el mundo entero y particularmente en los países en vías de desarrollo que siguen los principios y las pautas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)".

La exposición estuvo a cargo del embajador ante los Estados Unidos Héctor Timerman, quien fue designado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, para hablar sobre la "Alianza para el Desarrollo" durante un almuerzo de trabajo en la reunión extraordinaria del G-20 celebrada en Berlín.

El G20 celebró el viernes una reunión extraordinaria a pedido de la canciller Angela Merkel con el objetivo de definir instrumentos para el Acuerdo para la Actividad Económica Sustentable. Al encuentro, que es parte de una convocatoria previa a la Cumbre del G-20 a realizarse en septiembre, fueron invitados sólo cuatro países para exponer.

Además del embajador Timerman, que lo hizo en representación de la Argentina, expusieron los delegados del Reino Unido sobre "mercados financieros", de Holanda referido a las "políticas macroeconómicas", y de Australia por el "cambio climático".

El trabajo presentado por la Argentina lo preparó Timerman junto al embajador Néstor Stancanelli y expresa textualmente lo siguiente: "El tema del desarrollo de los países en vías de desarrollo es fundamental para una economía internacional sustentable en el largo plazo. Exige una sociedad fuerte entre países desarrollados y países en vías de desarrollo que trabajen juntos en los niveles multilaterales, regionales y bilaterales". El mundo en vías de desarrollo está exigiendo justicia, no asistencia y ayuda económica, a pesar de que en algunos casos esto último podría ser necesario.

La justicia y el balance en relaciones internacionales económicas implican una reforma sustancial en lo comercial, lo monetario y los sistemas financieros y reglas claras que conecten la protección de la propiedad intelectual a la transferencia de tecnología a los países en vías de desarrollo, así como el justo tratamiento de ellos en el cambio climático.

Abordando ahora el sistema comercial, la Ronda de Doha tiene que entregar un resultado dónde los países desarrollados acuerdan mejoras substanciales en el acceso al mercado, reducción substancial de subsidios domésticos y la eliminación de subsidios a la exportación en la Agricultura.

De esta manera sería posible comenzar el proceso de acercar a la Agricultura al mismo nivel alimentario con el comercio en otros sectores. Además de esto, es necesario que la ronda otorgue un tratamiento flexible a los países en vías de desarrollo en Manufacturas no -Agrícolas o NAMA (Asociación Nacional Manufacturera), como se conoce este sector, y servicios.

Sin países en vías de desarrollo que diversifican sus actividades industriales y servicios y se benefician de los sectores dónde ellos son ahora competitivos, como la agricultura, no hay ninguna posibilidad para ellos de estar mas integrado a la economía internacional.

De este modo, el objetivo de un equilibrio y un crecimiento sostenible para el mundo como un todo no será alcanzado. Las disciplinas monetarias están muy conectadas con presupuestos equilibrados y balances autónomos de pagos en equilibrio. Déficits a largo-plazo en estos agregados implican un desequilibrio entre ahorros e inversiones y no son sustentables.

Las Instituciones Financieras multilaterales como el FMI deben actuar en un modo simétrico eliminando o sustancialmente reduciendo las condicionalidades en los países en vías de desarrollo y disciplinando macro políticas de los países desarrollados, especialmente aquellos que emiten dineros de las reservas. Simetría y solidez son las condiciones necesarias para restaurar la confianza en el sistema económico internacional.

Una fuerte capitalización del Banco Mundial y de los Bancos Regionales, y teniendo estas instituciones que promueven eficazmente infraestructura y proyectos sociales en los países en vías de desarrollo es de suma importancia para ayudar en sus metas de desarrollo.

Debe tenerse en cuenta que la masiva subvencionalización que protege los sectores financieros y productivos en los países desarrollados está disminuyendo dramáticamente los recursos financieros y esta creando desventajas competitivas para el resto del mundo.

Hay una necesidad para proteger y promover los trabajos decentes por el mundo entero y particularmente en los países en vías de desarrollo que siguen los principios y las pautas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La ayuda financiera para ahorrar y permitir que las compañías continúen operando en los países de la OCDE (Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica) muchos de ellos, multinacionales, deben extenderse a sus subsidiarias en países en vías de desarrollo no permitiendo que estén solos por su cuenta.

En el caso de Argentina el gobierno ha asignado fondos a algunas compañías automotrices, pero muchos gobiernos en el mundo en vías de desarrollo no tienen la capacidad financiera para este tipo de ayuda. Esto puede llevar a ampliar la brecha económica entre países desarrollados y países en vías de desarrollo e impactar negativamente sobre el empleo.

Otra reforma importante se refiere al sistema financiero. Los cambios en las regulaciones deben prevenir a este sector recurrir nuevamente en conductas especulativas arriesgadas. Esto significa que bancos y otras instituciones financieras deben implementar fuerzas para canalizar ahorros a la producción y las actividades de beneficio social.

Deben eliminarse el secreto y los paraísos fiscales. Debemos tener presente que las actividades en paraísos fiscales están abrumadamente conducidas por subsidiarias de instituciones financieras internacionales.

Deben controlarse muy bien a las agencias de valoración crediticia, ya que estas han sido en gran parte responsables por las diferencias en las tasa interés y transferencia de recursos en perjuicio de los países en vías de desarrollo.

Dos últimos puntos pero no menores: La Protección de la Propiedad Intelectual tiene que estar relacionada a la transferencia de tecnología a los países en vías de desarrollo y acceso a la medicina y servicios de salud para toda la población. La biodiversidad y el conocimiento tradicional tienen que ser reconocidos y justamente remuneraron en las patentes.

La protección del medio ambiente no puede ser una excusa para erigir barreras enmascaradas para comerciar. Los países desarrollados que son grandes emisores de CO2 deben reducir sus emisiones substancialmente para el 2020 (40% respecto a los niveles de 1990).

Al mismo tiempo ellos deben crear un fondo para promover tecnologías amistosas para el ambiente en los países en vías de desarrollo y prohibir cualquier tecnología, equipo, proyecto o exportaciones de servicios que no cumplan con sus propias normas domésticas medioambientales".

 

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