Rajoy rechaza la jornada laboral de 65 horas

MADRID. El Presidente del PP, Mariano Rajoy, apostó ayer por la noche por reforzar la formación de los trabajadores en lugar del "abaratamiento del empleo" que supondría la puesta en marcha de la directiva europea que permite la ampliación de la jornada laboral hasta las 65 horas semanales. Además, tildó de "frivolidad" los pronósticos económicos del ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien defendió en una entrevista en ‘El Mundo’ que cuanto mayor sea la crisis económica, más rápida será la recuperación.

Tras recordar que lleva "un año" advirtiendo al Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero de que "había que tomar medidas porque podíamos tener problemas", Rajoy recomendó al Ejecutivo socialista que, ante la situación actual, diga la verdad a los españoles ya que, en su opinión, éstos no están "más tranquilos" tras comprobar que el ministro Sebastián ha mostrado "cierto desapego y falta de sensibilidad" con los problemas de los ciudadanos, lo que para él demuestra la "voluntad de no hacer nada" del Gobierno.

En una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press, Rajoy rechazó también con contundencia la directiva aprobada por los Veintisiete a favor de la ampliación de la jornada laboral. "España se abstuvo, yo hubiera dicho que no", subrayó el líder de los ‘populares’, quien defendió el "buen sistema de diálogo social español" para que el empresario y el trabajador estén "en la misma posición".

El presidente del PP volvió a defender el paquete de medidas contra la crisis económica presentado por su Grupo en el Congreso ya que, a pesar de que fue rechazado por la Cámara Baja, supondría decirle a los españoles que "de esta crisis vamos a salir", al igual que ocurrió en 1996.

"Son medidas similares a las de 1996", añadió Rajoy, "aunque las circunstancias son distintas". Según el líder de la oposición, estas medidas se resumirían en rebajar los impuestos a las pequeñas y medianas empresas (pymes), aumentar las prestaciones y reducir el gasto público, donde "el primero en apretarse al cinturón" es el Gobierno.  

Rajoy reconoció que el sector inmobiliario pasa por "dificultades muy grandes" porque "no se puede acceder al crédito", aunque acto seguido se mostró partidario de que "funcione el libre mercado". No así, dijo, en la pequeña y mediana empresa, "de la que se habla bastante menos". "Es la esencia de nuestro país –concluyó en referencia a las pymes–, por lo que hay darles confianza y bajarles los impuestos".

 

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