Pepsi se enfrenta a protestas en Polonia por acoso sexual a varias empleadas

La multinacional estadounidense Pepsi Co se enfrenta estos días a protestas por parte de trabajadores en Polonia ante las acusaciones de acoso sexual realizadas por varias empleadas contra un supervisor de la planta de Snacks Frito-Lays que la compañía posee en la localidad de Grodzisk Mazowiecki, cercana a Varsovia, según informa la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA).
Según esta información, alrededor de un centenar de mujeres trabajan como empaquetadoras en el horario nocturno, con tres supervisores del sexo masculino. Según parece, en los dos últimos años las mujeres eran llamadas a la oficina del supervisor del horario nocturno que abusaba sexualmente de ellas bajo amenaza de despido si informaban de ello. A finales de 2004, algunas de las mujeres que habían sufrido acoso sexual comenzaron a plantearse la situación y a comprobar que no eran las únicas. De esta forma, a finales del pasado diciembre, el supervisor nocturno, gerente además de Recursos Humanos, citó a al menos a ocho mujeres una por una y las amenazó con el despido disciplinario a menos que renunciaran a su puesto de forma voluntaria. Cinco de ellas firmaron las cartas de renuncia bajo amenaza de despido. Otras dos empleadas y el marido de una de estas mujeres también fueron despedidos o renunciaron bajo amenaza. Sin embargo, el pasado día 3, ocho de estas mujeres presentaron cargos contra este superior por acoso sexual. Tres de ellas (Beata Klimkiewicz, Dorota Halas y Grazyna Ceglinska) declararon ante el Tribunal Laboral que ellas mismas habían sido "hostigadas", mientras que las otras cinco apoyaron las acusaciones. El resultado fue que Klimkiewicz fue despedida por "ausencias injustificadas" mientras que Halas y Ceglinska fueron obligadas a "aceptar" la renuncia, para evitar un despido disciplinario que hubiera implicado la imposibilidad de obtener otro empleo. Una de las mujeres despedidas por "trabajo deficiente" había sido felicitada apenas unas semanas antes por su excelente rendimiento laboral. Varios días después, representantes del sindicato que defendía a las trabajadoras despedidas se reunió con la empresa para informarla de que se presentarían cargos. La compañía aceptó "solamente evaluarlos", pero no readmitir a las empleadas. Al supervisor acusado se le otorgó una excedencia tras estos hechos. Según el sindicato, la reacción de la compañía hasta la fecha ha sido despedir a las víctimas en lugar de "investigar la demostrada mala conducta del supervisor". Al negarse a tomar medidas adecuadas para proteger a sus empleados contra el acoso sexual, Pepsi "está infringiendo gravemente la legislación polaca y europea, así como los Derechos Humanos de sus empleados", según el sindicato. Por su parte, UITA ha enviado una carta de protesta al presidente y director ejecutivo de Pepsi, Steven Reinemund, en la que exige que la compañía "investigue inmediatamente los cargos y tome las medidas adecuadas". Como un primer paso "mínimo" para comenzar a remediar la situación, el sindicato exige la inmediata readmisión, con paga y beneficios totales, "de todos los trabajadores despedidos u obligados a renunciar a causa de sus esfuerzos para oponerse al hostigamiento sexual en la fábrica". CODIGO DE CONDUCTA Según recuerda la UITA, el propio ””Código Mundial de Conducta”” de Pepsi compromete a la compañía a "proporcionar un lugar de trabajo libre de todas las formas de discriminación, incluido el acoso, ya sea sexual o de otro tipo". También contiene una sección que afirma que los individuos que informen sobre mala conducta ética en la compañía "serán protegidos" y que cualquier funcionario que tome represalias contra empleados que ejercen sus derechos "deberá ser disciplinado por la empresa y hasta podrán presentarse cargos criminales". Además, este código de conducta incluye un número telefónico gratuito, la ””PepsiCo Speak Up Hotline””, al que se puede llamar sin cargo desde cualquier parte del mundo para notificar e informar sobre cualquier tipo de violación de estos derechos. El sindicato anima a realizar llamadas a esta línea como "un excelente complemento a las cartas de protesta enviadas al presidente".

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