Los trabajadores españoles, entre los menos predispuestos a la movilidad

Los trabajadores españoles presentan una resistencia a la movilidad laboral superior a la media comunitaria, con apenas un 15% de ellos con experiencias de movilidad regional o nacional en sus expedientes, según un estudio realizado por PricewaterhouseCoopers entre directivos de Recursos Humanos de 445 empresas de 14 países europeos.

España sigue estando por debajo de la media en esta área, en la que sólo aventaja a Italia, Austria y Portugal dentro del grupo de las principales economías europeas.

En Europa, mientras, sólo una de cada tres empresas encuestadas afirmó haber recibido peticiones de empleo de ciudadanos de otros países comunitarios, demandas que supusieron el 5% del total.

Según el informe, a pesar de que el exigente escenario competitivo que están afrontando las empresas europeas en los últimos años debería haber redundado en un cambio de actitud de los trabajadores hacia la movilidad geográfica, las empresas siguen teniendo dificultades para contratar profesionales de media-alta cualificación, un contexto en el que las firmas prefieren aprovechar al máximo su plantilla a buscar empleados procedentes de otros países de la UE. Así, la disposición de las empresas a contratar trabajadores foráneos ha caído desde el 21% obtenido.

En lo que respecta a los factores a la hora de optar por la movilidad laboral, PwC apunta en el caso de los trabajadores de los países recién incorporados a la Unión Europea a los factores económicos, especialmente la búsqueda de oportunidades de mayores ingresos y de un mejor trabajo, mientras que en los viejos países miembros influyen hechos como el descubrir una nueva cultura, aprender un nuevo idioma y disfrutar una climatología más agradable.

Tanto en unos países como en otros, los factores que más desaniman a cambiar el país de residencia desde el punto de vista estrictamente laboral son el abandono de la red personal de contactos y el empeoramiento de las condiciones de trabajo.

NECESIDAD DE EMPLEADOS DE OTROS PAÍSES.

La encuesta, igualmente, revela que un 87% de los directivos de recursos humanos encuestados cree que la movilidad laboral es positiva para la cohesión de la UE, un 79% considera que es buena para el mercado laboral del área, un 78% juzga que es favorable para los individuos y un 76% entiende que impulsa la economía, mientras que sólo un 53% cree que es positiva para las familias.

Casi un 70% de los preguntados opina que su empresa necesitará empleados de otros países de la UE en los próximos cinco años, pero apenas el 18% de ellos cree que el número de trabajadores dispuestos a dar ese paso aumentará notablemente en ese plazo.

El estudio también apunta que, para que la economía europea logre derribar las barreras que desincentivan la movilidad de los trabajadores dentro de los Veinticinco, Bruselas, los países miembros y las empresas deberían alcanzar un acuerdo conjunto para identificar y comprender mejor a los colectivos de trabajadores más proclives a desplazarse fuera de su país.

Además, destaca la necesidad de mejorar la comunicación de las oportunidades de trabajo y promover con mayor eficacia los beneficios de la movilidad laboral, así como invertir en programas y centros nacionales para formar a los trabajadores con las habilidades necesarias para poder trabajar fuera de su país, incluidos los idiomas.

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