Los líderes europeos se comprometen a luchar contra la crisis sin adoptar medidas proteccionistas

BRUSELAS. Los líderes europeos trataron hoy de escenificar una imagen de unidad frente a la crisis económica tras la descoordinación y las disputas de las últimas semanas y se comprometieron a luchar contra la crisis económica y financiera sin adoptar medidas proteccionistas que puedan perjudicar a otros Estados miembros.

"Europa sólo puede hacer frente a este desafío y superar la crisis actual si continúa actuando de manera conjunta y coordinada, dentro del marco del mercado único y de la unión económica y monetaria", señala la declaración aprobada al término de la cumbre extraordinaria de Bruselas.

Los jefes de Estado y de Gobierno descartaron elaborar un plan de rescate específico para el este de Europa por considerar que los problemas de cada país deben tratarse "caso por caso", sin crear bloques dentro de la UE. Aseguraron además que tampoco flexibilizarán los criterios para entrar en el euro, como pedía Hungría.

Más allá de estos compromisos, la cumbre extraordinaria de la UE sobre la crisis económica se cerró sin acuerdos concretos, que se dejan para el Consejo Europeo ordinario de primavera, que tendrá lugar los días 19 y 20 de marzo.

"Podemos decir objetivamente que hubo un alto nivel de consenso sobre la necesidad de evitar cualquier tipo de medidas unilaterales proteccionistas dentro de la UE", subrayó el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en la rueda de prensa final de la cumbre.

También el primer ministro británico, Gordon Brown, destacó que los líderes de la UE están unidos sobre las medidas necesarias para afrontar la recesión, incluido el rechazo al proteccionismo. Imponer barreras comerciales para proteger a las industrias nacionales sería un "camino a la ruina" y sólo serviría para agravar la crisis, afirmó Brown.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en que todos los jefes de Estado y de Gobierno coinciden en "respetar el principio de no caer en ninguna tentación proteccionista" porque "el proteccionismo no deja de ser un espejismo económico que lastra la competitividad y que en definitiva puede ser pan para hoy y hambre para mañana".

VISTO BUENO A LOS PLANES DEL AUTOMOVIL

Por su parte, el primer ministro checo y presidente de turno de la UE, Mirek Topolánek, dijo que los Veintisiete están de acuerdo en "utilizar al máximo el mercado único como motor de la recuperación para respaldar el crecimiento y el empleo". "Hasta ahora no hay ningún ejemplo que pueda considerarse como proteccionismo en los Estados miembros", subrayó Topolánek, que agregó que todos los Gobiernos confían en la Comisión para garantizar la igualdad de trato y la aplicación de las reglas comunitarias.

Se cierra así la polémica provocada por el plan francés de ayuda al sector del automóvil, dotado con 6.000 millones de euros, que suscitó preocupación en el Ejecutivo comunitario y fue tachado de proteccionista por Praga.

La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, aceptó este sábado las garantías de París de que el plan no contiene medidas proteccionistas. Barroso dijo que el Ejecutivo comunitario no será "discriminatorio" y que lo que ha aceptado para Francia lo aceptará también para el resto de países, lo que abre la puerta a la aprobación de los planes de España e Italia.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se felicitó por el visto bueno de Bruselas y dio por cerrada la "polémica" en torno a su plan de ayuda al sector del automóvil. "Estoy totalmente en contra del proteccionismo", zanjó Sarkozy. "Al salvar los grandes grupos europeos, salvamos el empleo en toda Europa ¿Dónde ven proteccionismo?", insistió. Y aseguró que el presidente rumano le había agradecido su plan porque permite salvar puestos de trabajo en su país.

Por su parte, Zapatero, se declaró "absolutamente convencido" de que el plan español de ayuda al sector del automóvil, dotado con 4.000 millones de euros, "cuenta con el beneplácito de la Comisión (Europea)". El presidente del Gobierno enfatizó que el plan trata de "apoyar la renovación del sector del automóvil, para hacerlo más competitivo y para que fortalezca su posición en relación con la necesidad de luchar contra el cambio climático".

Tanto Barroso como Topolánek coincidieron en que los Estados miembros deben apoyar con planes nacionales a la industria automovilística para hacer frente a la crisis pero resaltaron que estos planes deben coordinarse y no provocar efectos negativos en otros países. El primer ministro checo también hizo referencia a la necesidad de reestructurar el sector, porque la demanda de coches está en 12 millones de coches al año y se producen 18 millones.

"No es posible que nos robemos puestos de trabajo unos a otros con subvenciones sin enfrentarnos al problema, al hecho de que tenemos un exceso de capacidad", insistió por su parte el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

RESCATE DE LOS PAISES DEL ESTE

Las peticiones de Hungría de crear un fondo de hasta 190.000 millones de euros para apoyar a los países del este y de acelerar la entrada de estos Estados en el euro como respuesta a la crisis económica y financiera no obtuvieron ningún eco entre los líderes europeos. Eso sí, los líderes europeos dejaron claro que los bancos occidentales que reciban recapitalizaciones públicas deben hacer que el dinero llegue también a sus filiales del este.

El primer ministro checo dijo que la UE no va a abandonar a ningún país, pero insistió en que "la idea de dividir entre nuevos y antiguos Estados miembros, entre países de la eurozona y de fuera de la eurozona, entre norte y sur o entre este y oeste es un enfoque que rechazamos de plano".

En el mismo sentido se expresó el primer ministro de Estonia, Andrus Ansip, que apuntó que su país se encuentra en buena situación para afrontar la crisis, y el ministro polaco de Asuntos Europeos, Mikolai Dowgielewicz, que afirmó que "no hay necesidad de un plan específico para la Europa del este" y se mostró contrario a erigir "nuevas barreras entre los nuevos y los antiguos Estados miembros de la UE".

Por su parte, Barroso insistió en que el apoyo a los países con problemas se realizará "caso por caso" pero no "por categorías de países", porque también en el este de Europa hay muchas diferencias entre la situación económica de cada Estado. "Los países del centro y del este de Europa no quieren un programa sólo para ellos porque no hay ninguna razón específica para tratar así a un grupo de países muy diversos", afirmó. El mismo argumento fue repetido por la canciller alemana, Angela Merkel.

Topolánek dejó además claro que los líderes europeos están de acuerdo en que "sería un error cambiar las reglas de juego ahora" para entrar a la eurozona. "No creo que podamos cambiar los criterios de entrada al euro de la noche a la mañana. Eso no es factible", señaló por su parte el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

No obstante, el presidente de la Comisión animó a todos los países de la UE a acelerar los esfuerzos para cumplir los criterios de convergencia porque el euro ha demostrado ser un "factor de protección" frente a la crisis.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea resaltaron que es "fundamental" desbloquear el crédito para que funcionen las medidas de estímulo económico y empiece a superarse la crisis. Para ello, piden que se ayude a los bancos a deshacerse de sus activos tóxicos y sanear sus balances siguiendo las directrices de la Comisión y "respetando plenamente las normas sobre la competencia".

 

 

 

Dejá un comentario