Los empleados de Bank of America podrían cobrar bonus similares a niveles pre-crisis

NUEVA YORK. Los empleados del Bank of América (BofA) podrían recibir bonus similares a los cobrados en 2007, antes de la crisis financiera, con el objeto de evitar la marcha de sus trabajadores tras la compra de Merrill Lynch.

Según informó el diario ‘Wall Street Journal’, este incremento de los pagos refleja la recuperación experimentada por Merill en los últimos trimestres, ya que ha pasado de pérdidas por valor de 27.600 millones en 2008, lo que motivó el rescate por parte del Gobierno de EEUU, hasta lograr beneficios de 2.200 millones de dólares hasta septiembre.

El diario informa que según la tradicional forma de pago de BofA, cerca del 25% de los pagos se realizarán en metálico mientras que el resto será en acciones o en efectivo que variará en función de la evolución de los resultados del banco.

No obstante, la medida podría reavivar la polémica existente en torno a la "estratosférica" cultura de pago de Merrill, que según recuerda el diario, permaneció "intacta", incluso cuando la crisis financiera puso a la compañía cerca del colapso.

De hecho, los empleados de Merrill cobraron 3.600 millones de dólares en bonus en 2008 lo que provocó la apertura de investigaciones por parte del Congreso y de los reguladores estadounidenses que contribuyeron a la inesperada dimisión del ex consejero delegado de la entidad, Kenneth Lewis.

Su sucesor, Brian Moynihan, que tomo posesión del cargo el pasado 1 de enero, está intentando reparar la dañada imagen del banco y dar impulso a su división de banca de inversión después de que la fuga de ejecutivos de alto nivel a principios de 2009 hiciera dudar de la viabilidad de su adquisición.

Durante la mayor parte de 2009, Bank of America ha operado con el apoyo del Gobierno estadounidense, pero a finales de año devolvió al Gobierno los 45.000 millones de dólares recibidos a través de los fondos de rescate de activos tóxicos TARP, lo que ahora le permite ‘escapar’ a las restricciones de retribución impuestas por el Gobierno estadounidense sobre los bancos que aún cuentan con financiación y ayudas públicas.

 

Dejá un comentario