La doctora Isabel Cabetas alerta contra el mobbing

"En la actualidad hay mujeres y hombres que desplazan la búsqueda afectiva y el reconocimiento social encerrándose en su trabajo. Esta demostración de superman o superwoman laboral da el perfil de lo que llaman en EE.UU. workoholic y, en una empresa con deficiente organización, induce al abuso emocional que interfiere en el trabajo, mobbing o acoso laboral, que, como toda relación violenta, es un sado-masoquismo.
Los perjuicios económicos y sociales del mobbing hacen urgente la necesidad de afrontarlo desde una común jurisdicción europea": así lo ha declarado la doctora Isabel Cabetas, en su conferencia Baja autoestima en el mundo laboral.
"El ejercicio de abuso de poder tendencioso y voluntario, estresante para el acosado, y con especial frecuencia en el mundo laboral, se llama mobbing (manada), como expresión de la sensación persecutoria y agobio que produce al acosado", explica Cabetas, para quien el mobbing "es una manera inadecuada y perjudicial de resolver las diferencias laborales, de forma no pactada, arbitraria, ilegal, desigual, abusiva y destructiva para una de las partes; consiguiendo que la parte vulnerada se muestre ineficaz e improductiva en el trabajo, sin serlo".
"En el mobbing, la baja autoestima y adicción al trabajo (ser un workaholic) marcan a la víctima: la envidia del acosador lo desencadena, y aunque nos resulte increíble, puede tener sus raíces en la infancia. Hay acoso infantil; y atenderlo pronto puede ser una forma de prevenir la salud, sádica o masoquista, del más tarde adulto", añade la doctora.
 
Perfil del acosado

Cabetas describe así el perfil del acosado: "Responde realmente a un buen profesional, generalmente mujer de 30 años, auténtica y no convencional en su ambición de progreso, con un nivel de estudios equivalente o mejor en la jerarquía laboral que el de su acosador superior. De seria ingenuidad acerca de las intenciones ajenas, que le hace incapaz de comprender el entorno, emocional, idealista y exigente, y con alta dependencia afectiva y especial necesidad de querer y ser querida".
Es trabajadora hasta la adicción y "envidiable" a ojos del "envidioso" acosador. Hay mayor incidencia en trabajadores eventuales que fijos, sostiene Cabetas, para quien "potenciar la autoestima del trabajador incide directamente en disminución de absentismo, al evitar que lo cotidiano suponga un desbordamiento psíquico que amenace la integridad física y psíquica, bloqueando e incapacitando su pensamiento, su iniciativa laboral y su comunicación. Cuando lo anímico se desplaza a lo orgánico se producen multitud de síntomas: dolores de cabeza, cardiacos, respiratorios, cansancio, reumatismos o diarreas, con las consiguientes pérdidas empresariales por costes de personal y baja productividad".
El Informe de 2002 del Instituto Nacional de Salud e Higiene en el Trabajo valora que el mobbing afecta al 10% de la población laboral europea, llegando a ser del 15% en países mediterráneos, especialmente en la Función Pública, y sobre todo en Sanidad y Educación. Las deficiencias de organización empresarial son las que lo provocan.
Paradójicamente, estos países consideran que el abordaje ha de ser sólo personal y no esencialmente de la empresa. Sin embargo, está comprobado que la formación e información psico-social de los empleados facilita la prevención del acoso y la intervención puntual. Además, si el acosado no da conocimiento exterior del acoso, éste no cesará. Puede hacerlo a Sindicatos, al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, o a ambos. Es productivo para la empresa integrar la prevención para anticiparse al conflicto con la existencia de técnicos de prevención y psicólogos en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.
Isabel Cabetas. Doctora en Psicología, ha impartido un curso sobre "Autoestima y Salud" en el que aborda el peligro del acoso laboral, que exige un urgente regulación europea.

1 comentario en "La doctora Isabel Cabetas alerta contra el mobbing"

  1. La pregunta es si la democracia existe hoy en día, yo soy víctima de acoso moral desde el año 2001 y no hay médicos que me saquen lo que tengo en los oidos, también me recibí en biología lo cual indica que soy sana mentalmente. Hice la denuncia y la situación empeoró, los implicados son: el instituto Nacional de Parasitología, el CONICET y la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
    Qué me dicen a este tipo de democracia y libertad de hoy en día?

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