La crisis económica golpea a la industria y a los trabajadores japoneses

TOKIO – La producción industrial de Japón se ha hundido, la fabricación de automóviles sigue cayendo y el desempleo aumenta a un ritmo vertiginoso, señalaron datos oficiales difundidos este viernes, destacando la gravedad de la crisis en la segunda economía mundial.

Japón se enfrenta a una crisis que ha destrozado la demanda por sus coches y sus productos de alta tecnología, colocando al país en su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.

"Lo que es único de esta crisis actual es la profundidad del declive", dijo Hideo Kumano, economista del centro de análisis Dai-ichi Life Research Institute. "La profundidad y amplitud de la crisis actual es mucho más seria que el estallido de la burbuja tecnológica en el 2000, cuando sólo el sector de la electrónica fue duramente afectado", añadió.

El primer ministro nipón, Taro Aso, advirtió este viernes de que la economía "tardará tres años en curarse completamente" de la recesión mundial.

El gobierno anunció este viernes que la producción industrial cayó en enero un 10% en relación al mes anterior, un nuevo récord tras la caída del 9,8% de diciembre.

Los fabricantes de automóviles anunciaron por su lado que su producción cayó un récord del 41% interanual en enero, el mayor declive desde que estas cifras fueron compiladas por primera vez en 1967.

Las exportaciones de automóviles a Estados Unidos, el principal mercado de Japón, se hundieron un 76,5%, y a Europa un 63,2%, indicó la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón.

El ministro de Trabajo, Yoichi Masuzoe, destacó el costo humano de la crisis, y predijo que casi 160.000 trabajadores temporales habrán perdido el empleo entre enero y marzo debido al recorte de personal de las empresas. "Esta es una situación extremadamente seria", dijo Masuzoe al parlamento. "Haremos todo lo que sea posible para ayudarles en la búsqueda de empleo, ofreciendo formaciones y preparándoles lugares para vivir", afirmó.

El número total de desempleados subió un 8,2% en enero en relación a un año antes, y alcanzó a 2,77 millones de personas tras una ola de despidos en varias compañías niponas en dificultades. La última de ellas fue FDK Corp., filial de la empresa de electrónica japonesa Fujitsu Ltd., que anunció este viernes 4.800 despidos (40% de su fuerza laboral) dentro y fuera del país.

"El mercado laboral está dando señales más claras de empeoramiento al deteriorarse la economía", indicó Naoki Murakami, economista jefe de Monex Securities.

El gobierno indicó que la inflación de base, la medida de cuánto suben los precios al consumo, cayó a cero en enero a raíz de la bajada de los precios de la energía y la debilidad de la demanda doméstica, lo cual acerca al país a un retorno a la deflación.

El gasto de los hogares japoneses cayó un 5,9% interanual en enero, informó el gobierno.

La mayor economía de Asia, considerada hasta hace poco relativamente inmune a la crisis financiera mundial, se está convirtiendo en una de sus mayores víctimas, con un frenazo casi en seco de las exportaciones que impulsaron el milagro económico del país tras la Segunda Guerra Mundial.

El miércoles, el gobierno anunció que las exportaciones se hundieron un 45,7% interanual en enero, una cifra récord.

 

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