El siete de octubre de 2005 fueron registradas las oficinas de Volkswagen que utilizaba Peter Hartz y se requisaron diversas pruebas materiales. Tras el escándalo, Hartz salió para siempre de Volkswagen.
El pasado 15 de noviembre, la Fiscalía presentó una acusación por 44 delitos contra Peter Hartz, por desfalco ‘de especial gravedad’ y ‘trato de favor al ex presidente del comité de empresa de Volkswagen, Klaus Volkert’.
Según estas acusaciones, durante cinco años Peter Hartz autorizó pagos especiales por valor de casi dos millones de euros a Klaus Volkert, sin que el consorcio alemán tuviera conocimiento alguno. Además de ello, pagó alrededor de 399.000 euros sin contraprestación a la amante brasileña de Volkert, Adriana Barros.
Por otra parte, según la acusación, Hartz aprobó el gasto de alrededor de 400.000 euros para fiestas sexuales a cargo de Volkswagen, el mayor fabricante de coches de Europa.
Sobre el acusado puede recaer una pena de seis meses a diez años de prisión. Por otra parte, doce personas más están siendo investigadas por ser presuntos implicados en el caso.