Inmigrantes mexicanos en EEUU esperan la reforma migratoria

MÉXICO.  Marco Antonio Rincón, en Houston, o Tiburcio, en Oregón, representan a millones a mexicanos que se han establecido en EEUU para alcanzar  "el sueño americano", aunque la severa crisis los obliga a postergar una vez más la meta de una mejoría económica que compense el fuerte desarraigo.

"Vamos a ver qué dice Obama, si pronto podré volver a México, pero por ahora aquí me quedo" dijo Tiburcio, indocumentado, en una entrevista telefónica con AFP desde Oregón, aludiendo a "la reforma migratoria amplia" que buscará el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el congreso de su país.

Este inmigrante oriundo de la Ciudad de México, que trabaja sin documentos en Oregón, ha visto reducir su ingreso de 3.000 a unos 1.500 dólares mensuales, después de que el aserradero en el que trabaja suspendió actividades al menos dos semanas al mes desde enero pasado.

Con el dinero que enviaron Tiburcio y otros tres hermanos, que empezaron a emigrar a Estados Unidos hace 22 años, sus padres abrieron una tienda de abarrotes en un barrio a las orillas de la Ciudad de México y construyeron una casa de dos pisos.

"Pero ahora no mandan nada de dinero por la crisis, salvo en casos extraordinarios, por ejemplo para la operación que le harán pronto a mi mamá o para los viajes de mis papás", dijo a AFP Leticia, la única hermana que vive con los padres en la capital mexicana.

Uno de los efectos de la crisis es que el dinero que estos emigrantes envían a México registró el año pasado una caída histórica de 3,6%, después de crecer durante 13 años sin interrupción, ubicándose en 25.145 millones de dólares en 2008, según datos de Banco de México.

Tras diez años de vivir en Estados Unidos, igual que muchos de sus compatriotas, Tiburcio ha hecho una vida con un matrimonio, una casa, dos hijas pequeñas y un nuevo bebé que nacerá en tres meses.

"En vez de regresarme a México buscó la manera de reducir al máximo mis gastos. He recurrido a la ayuda (pública) de alimento y de servicios, y si la cosa empeorara agarraría una casa más pequeña", señaló Tiburcio.

"Algunos hablan de regresar, pero hasta ahora yo no he mirado a ninguno que se vaya", porque la mayoría cree que la crisis pasará en algunos meses, añadió.

Sin embargo, la crisis puede ahondar la angustia del desarraigo y la nostalgia por la tierra de origen.

"Ya quiere regresar, nos los dice todos los días, también se siente solo", dice a su vez a la AFP Rosa Cancino, de 40 años, cuyo marido Marco Antonio Rincón se fue a Estados Unidos en 2001, pero ella decidió no seguirlo, a pesar de que muchas veces le pidió que lo alcanzara junto con sus tres hijos.

"Tú sabes cocinar, esa comida casera tan rica, sólo tú la haces tan bien, estoy seguro que aquí (en Estados Unidos) nos pegaría, pondríamos un changarro (negocio pequeño)", le dijo Marco a Rosa, de 40 años, aunque pese al ruego prefirió seguir en Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas (sureste), uno de los Estados más pobres de México.

Fue así como sus hijos, una mujer ahora de 24 años, y los varones de 14 y 10 años, son como los miles de niños mexicanos que crecen sin alguno de sus padres a causa de la migración.

"Es difícil mantener una familia, además de las carencias que uno tiene; lo primero era la comida de mis hijos, y que continuaran en la escuela", relata la mujer.

Después de cambiar varias veces de oficio, Marco ahora es carpintero en Houston, Texas. "Me cuenta que trabaja en grandes edificios, y a veces ha ido a trabajar a otros estados, nos ha mandado fotos de donde va; estuvo en la reconstrucción de Nueva Orleans", tras el desastre causado por el huracán Katrina, en 2005.

Cuando su marido trabaja en las grandes construcciones, el envío de dinero va de 8.000 a 10.000 pesos (de unos 600 a 740 dólares), con lo que Rosa empezó la construcción de tres locales para renta de comercios, los que está a punto de terminar, en una propiedad que heredó de su madre.

En Estados Unidos hay 12 millones de mexicanos, de los cuales la mitad son indocumentados que esperan que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reimpulse una reforma migratoria, uno de los temas centrales de la visita que hará a México el jueves y viernes próximos.

 

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