GM endurece su plan de reforma, suprime empleos y reestructura su deuda

NUEVA YORK. El fabricante automotor General Motors presentó este lunes una versión endurecida de su plan de reformas rechazado a fines de marzo por la administración estadounidense, que extiende las supresiones de empleos y simultáneamente reestructura su deuda de 27.000 millones de dólares.

Con la restructuración financiera de GM, si es aceptada por los accionistas, el Estado federal y el sindicato de automóviles UAW controlarían conjuntamente el 89% del capital del fabricante, contra 10% para los poseedores de obligaciones y 1% para los accionistas actuales. Para Douglas McIntyre, analista del sitio 247wallst.com, "GM decidió lanzarse al todo o nada con los poseedores de obligaciones".

El constructor de Detroit presentó también un plan industrial que le permitiría ser beneficiario de un mercado estadounidense de 10 millones de matrículas por año, contra 15 a 17 millones antes de la crisis. GM, que debe demostrar a la administración de Barack Obama que es capaz de regresar al equilibrio financiero, va a suprimir de 7.000 a 8.000 empleos extras, para llevar sus efectivos de producción en Estados Unidos de 61.000 a fines de 2008 a 40.000 en 2010.

El total de plantas pasará de 47 a 34 de aquí a fines de 2010 y 31 a 2012. En cuanto a la red de concesionarios, sobredimensionada, bajará 42% de aquí a fines de 2010. Por su parte, la Casa Blanca declaró este lunes que la propuesta sobre su deuda "representa una etapa importante en los esfuerzos de reestructuración de la compañía".

Terminando con las especulaciones de los últimos días, GM también anunció la desaparición de su marca Pontiac el año próximo, a la que pretendía conservar. De esta manera, la empresa se enfocará en las cuatro grandes marcas estadounidenses Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC.

"Queremos asegurarnos de poner los recursos tras las marcas adecuadas para volver a ganar mercado", declaró el presidente de GM Fritz Henderson en conferencia de prensa. Henderson también destacó conversaciones "con varias partes" para la cesión de la marca 4×4 Hummer, "negociaciones en curso" sobre la marca alemana Opel, y prometió una decisión de aquí a fin de año sobre Saab y Saturn.

Henderson subrayó que estas medidas deberían permitir que GM evite declararse en quiebra, siempre que los poseedores de obligaciones acepten la propuesta. "Si debemos declarar quiebra, lo haremos", destacó, al aclarar que en ese caso "es posible que los poseedores de obligaciones no reciban nada por sus títulos".

La operación prevé la transformación de 27.000 millones de dólares de deuda en acciones comunes. Los poseedores de obligaciones recibirán en acciones el equivalente del 38% de su valor en su crédito. Deberán entregar sus títulos antes del 1 de junio, la fecha límite fijada por el Estado para que GM ponga en práctica su plan de reestructuración.

Para ser aceptado por el Estado, la oferta necesitará una tasa de respuesta superior al 90%, lo que es un "nivel muy importante", reconoció la empresa. Por su parte el gobierno federal renunciará a la mitad de su crédito al 1 de junio, para convertir en acciones 10.000 millones de dólares de obligaciones.

El sindicato automotor UAW aceptaría que GM financie en forma de acciones la mitad de lo que debe por concepto de cobertura médica de sus jubilados, lo que equivale a 10.000 millones de dólares. A pesar de una perspectiva de nacionalización de hecho en GM, el mercado se mostraba entusiasta. La acción crecía 23,08% a 2,08 dólares hacia las 16H00 GMT.

Por su parte, la filial canadiense de General Motors prevé suprimir 5.900 empleos de aquí a 2014, lo que representa el 60% de sus efectivos en el país, en el marco una versión más agresiva de su plan de restructuración, que había sido rechazado en marzo por el gobierno. La filial debe entonces llevar a 4.400 la cantidad de sus obreros en Canadá para 2014, contra 10.300 en 2008, indicó en un comunicado.

 

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