GM despidió a 34 empleados de la planta de Alvear

La planta de General Motors, en Alvear, se conmocionó ayer ante el despido de 34 operarios, 12 de ellos del sector de carrocería. La decisión de la automotriz fue objeto de una serie de reuniones formales e informales entre el sindicato que agrupa a los mecánicos (Smata) y directivos de la firma.

Ante la falta de acuerdo, en la mañana de hoy se realizará una asamblea en la planta y es posible que se haga un recorte de tareas. Para Marcelo Barros, secretario general del gremio de los mecánicos, la medida no sólo fue imprevista sino con "una falta de respeto total".

"Me llamaron para informarme de los despidos, cuando llegaron los telegramas fuimos a la Secretaría de Trabajo provincial y nos reunimos con dos abogados de la empresa, pero sólo ofrecieron cumplir con la indemnización y cierta mejora y nosotros queremos la reincorporación", argumentó Barros.

La Secretaría de Trabajo está en una situación particular. Los sindicalistas fueron recibidos por el renunciante delegado regional, Carlos Corbella, quien hoy será reemplazado por Hugo Din, quien precisamente es secretario adjunto de Smata. Finalmente, quien habló con los dos sectores fue el director de Rosario de la secretaría, Daniel Cinalli. Desde la Secretaría, los hombres del gremio, acompañados por los cesanteados y otros operarios, se dirigieron al hotel donde se alojaron directivos de GM, para mantener una reunión y acordar una nueva instancia de negociación. Pero los ejecutivos "dicen que es una decisión tomada", dijeron los sindicalistas.

En los primeros días de noviembre Felipe Rovera, presidente de GM Argentina, alertó sobre los reclamos salariales en el sector automotriz durante el acto de asunción como titular de la Adefa. A mediados de año, las automotrices llegaron a acuerdos salariales con Smata luego de un prolongado conflicto. Los empresarios tienen en la agenda, además, los nuevos convenios colectivos que se renuevan en marzo. "Hace falta ser competitivo. Si hay pujas salariales salvajes, nos dejan descolocados frente al mundo", dijo Rovera.

En base a estos antecedentes, desde el gremio hicieron distintas especulaciones. "Pienso que esto tienen que ver con otra cosa y se lo dije a mis afiliados pero no alcanzo a descubrir qué persiguen, nosotros queremos la gente adentro", enfatizó Barros. Los despedidos tienen entre 5 y 8 años de antigüedad y sueldos que rondan los $2300, lo que al sumar la doble indemnización da un resultado tentador. Pero los operarios "quieren seguir trabajando", dijo Barros.

A la reunión informal que mantuvo el sindicato con la empresa asistieron Barros, los delegados de planta y los directivos de GM Sebastián Sarapura, Juan Cervantes y Gonzalo Kohan. "Entramos en un proceso de refuncionalización para mejorar nuestra competitividad", explicó Sarapura, director de Relaciones Institucionales.

El directivo señaló que esta reestructuración "es una decisión tomada" y resaltó que la empresa ofreció mejoras a los trabajadores cesanteados en materia de indemnización y extensión de los derechos a la obra social. El directivo vitó relacionar estos movimientos con el futuro de la empresa y la inversión que se estudia para Rosario. "Estamos pensando en inversiones a cinco años, esto no es más que una lamentable situación de empresa" argumentó.


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