La remuneración y el blindaje de los tres altos gestores del BBVA -presidente, consejero delegado y secretario general- y el nuevo sistema de ‘premiar’ a 1.800 directivos que apenas representan el 2% de la plantilla, suscitaron abundantes críticas de los accionistas que tomaron la palabra en la junta, y en particular de los representantes sindicales.
Los dirigentes de banca de CC OO y UGT, pero también pequeños accionistas, criticaron la percepción de unas cantidades ‘multimillonarias’. Es «mucho botín», dijo y repitió un jubilado asturiano que se preguntó si los sueldos e indemnizaciones estaban cifrados no en euros, sino en pesetas.Juan José Giner, secretario general de CC OO, acusó al presidente de «dilapidar el capital de confianza» que esta central le había dado en momentos como la ofensiva de Sacyr o la OPA sobre BNL y le atribuyó «errores de gestión estratégicos», el abandono de las prácticas de buen gobierno corporativo y el descuido de los 94.680 empleados del banco.
El presidente, Francisco González, despachó esa crítica atribuyéndola al clima que siempre se genera «en tiempos de elecciones sindicales», y recordó que la plantilla del banco ha crecido en los tres últimos años en 23.000 empleados, 5.000 de ellos en España. Para responder a los reproches sobre blindajes y altas remuneraciones, cedió la palabra al presidente de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, que atribuyó los incrementos de los consejeros a la «actualización de los contratos». «Son sueldos que están por debajo de la media del sector de los grandes bancos», defendieron ambos.

En 2005, el presidente Francisco González cobró, entre sueldos e incentivos, 8,9 millones de euros, y su fondo de pensiones aumentó en 10,1 millones de euros adicionales. Si les echan, el presidente González, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y el secretario general, José Maldonado, percibirán un total de 122 millones de euros. Mientras tanto, los consejeros ejecutivos acumulan una «hucha» en sus fondos de pensiones de 87 millones de euros.
Además, la junta aprobó un nuevo plan de incentivos a tres años que triplica el importe del que acaba de vencer. En función de la evolución de la acción, comparada con la de los 14 grupos bancarios europeos más importantes, los 1.800 directivos se repartirán 22 millones de acciones que hoy valen 370 millones de euros. Corresponderán a González, Goirigolzarri y Maldonado 1,38 millones de acciones; y al resto del comité de dirección 3,5 millones de títulos.
Finalmente, también salió adelante en la asamblea un cambio en la retribución de los consejeros no ejecutivos cuando cesan en el grupo. Entonces se les darán acciones equivalentes al 20% de las retribuciones de cada uno. Para cubrir este compra, se han reservado 400.000 títulos que a precio actual alcanzan un importe de 6,66 millones de euros.

La remuneración y el blindaje de los tres altos gestores del BBVA -presidente, consejero delegado y secretario general- y el nuevo sistema de ‘premiar’ a 1.800 directivos que apenas representan el 2% de la plantilla, suscitaron abundantes críticas de los accionistas que tomaron la palabra en la junta, y en particular de los representantes sindicales.
Los dirigentes de banca de CC OO y UGT, pero también pequeños accionistas, criticaron la percepción de unas cantidades ‘multimillonarias’. Es «mucho botín», dijo y repitió un jubilado asturiano que se preguntó si los sueldos e indemnizaciones estaban cifrados no en euros, sino en pesetas.Juan José Giner, secretario general de CC OO, acusó al presidente de «dilapidar el capital de confianza» que esta central le había dado en momentos como la ofensiva de Sacyr o la OPA sobre BNL y le atribuyó «errores de gestión estratégicos», el abandono de las prácticas de buen gobierno corporativo y el descuido de los 94.680 empleados del banco.
El presidente, Francisco González, despachó esa crítica atribuyéndola al clima que siempre se genera «en tiempos de elecciones sindicales», y recordó que la plantilla del banco ha crecido en los tres últimos años en 23.000 empleados, 5.000 de ellos en España. Para responder a los reproches sobre blindajes y altas remuneraciones, cedió la palabra al presidente de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, que atribuyó los incrementos de los consejeros a la «actualización de los contratos». «Son sueldos que están por debajo de la media del sector de los grandes bancos», defendieron ambos.

En 2005, el presidente Francisco González cobró, entre sueldos e incentivos, 8,9 millones de euros, y su fondo de pensiones aumentó en 10,1 millones de euros adicionales. Si les echan, el presidente González, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y el secretario general, José Maldonado, percibirán un total de 122 millones de euros. Mientras tanto, los consejeros ejecutivos acumulan una «hucha» en sus fondos de pensiones de 87 millones de euros.
Además, la junta aprobó un nuevo plan de incentivos a tres años que triplica el importe del que acaba de vencer. En función de la evolución de la acción, comparada con la de los 14 grupos bancarios europeos más importantes, los 1.800 directivos se repartirán 22 millones de acciones que hoy valen 370 millones de euros. Corresponderán a González, Goirigolzarri y Maldonado 1,38 millones de acciones; y al resto del comité de dirección 3,5 millones de títulos.
Finalmente, también salió adelante en la asamblea un cambio en la retribución de los consejeros no ejecutivos cuando cesan en el grupo. Entonces se les darán acciones equivalentes al 20% de las retribuciones de cada uno. Para cubrir este compra, se han reservado 400.000 títulos que a precio actual alcanzan un importe de 6,66 millones de euros.