En 1.000 años la especie humana cambiará y se dividirá en dos subespecies

A quienes vivan dentro de mil años ya no les hará falta seguir buscando el elixir de la juventud, porque entonces la apariencia de la especie humana será más juvenil. Eso es lo que asegura un estudio de la «London School of Economics» (LSE) de Londres, que también aventura que en el año 3000 los hombres medirán de media 6 pies y 6 pulgadas (1,98 centímetros), vivirán normalmente unos 120 años y derivarán en un similar color moreno de piel.
El estudio es obra de Oliver Curry, investigador del Centro para la Filosofía de la Ciencia Natural y Social de la LSE de Londres, que analiza la progresión obrada hasta ahora por la Humanidad y las consecuencias que tendrán en la especie condiciones como la creciente mezcla racial, los hábitos nutritivos y la educación. Aunque se trata sobre todo de un trabajo de carácter especulativo, más propio de las ciencias sociales que de las empíricas, las hipótesis no dejan de tener su fundamento biológico.
Curry considera que a lo largo de los próximos mil años la mejora de la nutrición permitirá que la media de altura aumente, alcanzado unos dos metros en el año 3000, y que el ejercicio de masticar sea menos importante, lo que llevará a un menor desarrollo de la mandíbula y el mentón.
En el caso de la población masculina, las caras serán más simétricas, las mandíbulas más cuadradas y las voces más profundas. Las mujeres tendrán ojos más grandes, pechos más recios y piel menos vellosa.
También estima que, con el paso de los milenios, la apariencia humana será cada vez más juvenil. Se trata de un proceso que se observa en animales domésticos: los perros parecen versiones jóvenes de sus parientes salvajes, como los lobos. La modificación genética, la cirugía plástica y la selección sexual hará además que el número de individuos guapos supere con creces el presente. Según el estudio, para el año 3000 se habrá difuminado notablemente la diferencia de color entre las razas, debido a las crecientes mezclas multiraciales, y se extenderá un tono de piel de color café.

Dos subespecies de humanos
En un escenario más alejado, que Curry sitúa en el año 100.000, la especie humana se podría haber dividido en dos subespecies. La población rica, altamente educada y bien nutrida generaría con el tiempo una subespecie «grácil», con características definitorias como la altura, la delgadez, la simetría corporal, la inteligencia y la creatividad. El resto del mundo podría ser rechoncho, asimétrico y de menor inteligencia.
El estudio de Oliver Curry ha sido acogido con reticencias por otros investigadores, que admiten que probablemente la estatura humana aumentará, pero que difícilmente se extenderá en exceso la cantidad de años que la especie humana puede vivir.
Además, se destaca como contradicción la afirmación de que las razas convergirán en el futuro, al tiempo que se predice que en un tiempo lejano habrá dos subespecies, una clase alta y una baja. Tampoco es científicamente plausible predecir una mejora de la especie a través de la cirugía estética, pues sus resultados no son hereditarios.
En cualquier caso, Curry introduce algunas matizaciones sobre la falta de certeza de algunas de sus predicciones. «Mientras la ciencia y la tecnología tienen un gran potencial para crear un hábitat ideal para la Humanidad a lo largo del próximo milenio -señala el investigador-, existe la posibilidad de un monumental resaca en el siguiente milenio debido a una confianza excesiva en la tecnología, reduciendo nuestra capacidad para afrontar enfermedades y nuestra capacidad para llevarnos bien unos con otros».

Dejá un comentario