Empleados del Nuevo Banco de Santa Fe crearon una sociedad anónima

(Santa Fe. Arg.) Unos 450 trabajadores que poseen acciones del Nuevo Banco de Santa Fe crearon el sábado la sociedad anónima más numerosa de la provincia, durante una extensa asamblea que los nucleó en el cine El Cairo, en el marco del Programa de Propiedad Participada (PPP), dispuesto con la privatización del viejo banco provincial.

  El cónclave sucedió al realizado a mediados de año en el Club Banco de Santa Fe, donde los trabajadores discutieron las mociones de formar una sociedad anónima —que finalmente se impuso— y la de mantener el convenio de sindicación por el cual fueron transferidas las acciones correspondientes al PPP, como proponía la conducción de la Bancaria.

  Los integrantes de la comisión gremial interna se manifestaron en contra de la creación de la sociedad anónima, en el cónclave dieron volantes que rezaban “PPP: programa prohibido participar”.

  Matías Layús, de la interna, se lamentó porque “el estatuto de la nueva sociedad no pudo ser debatido” y advirtió que su implementación deja afuera a “los compañeros que se incorporaron al banco a partir de la privatización”. También denunció que la nueva entidad “lejos de ser un verdadero programa de propiedad participada” se parece más “a una sociedad de fondo de retiro, porque habilita a todos los empleados que se jubilen a seguir perteneciendo al programa”.

Polémica

La polémica incluye a unos 241 ex trabajadores del Banco Provincial que, luego de la privatización en el año 98, siguieron trabajando en la casa financiera hasta el año 2000. En este caso, deberían vender sus acciones a la flamante sociedad anónima. Las posturas en este sector están divididas entre quienes aceptarían esa posición y otros 141 ex empleados que estarían dispuestos a iniciar acciones judiciales para cobrar los dividendos que perciben los accionistas empleados del Nuevo Banco.

El otro frente de discusión incluye a los nuevos empleados. En este caso, la mayoría de los trabajadores accionistas que integran la sociedad anónima les ofrecerían a sus compañeros un programa de incorporación paulatina, que deberían terminar de acordar.

Desde la interna denunciaron que la nueva sociedad fue creada en forma restrictiva porque “las ganancias del banco son producto del esfuerzo de todos los trabajadores” y “un principio básico de solidaridad contempla a todos, con acciones proporcionales a la antigüedad”.

Como en la mayoría de las empresas privatizadas durante los 90, el traspaso del provincial a dueños privados incluyó un régimen de propiedad participada, que en aquel entonces disponía un 10% de las acciones para los trabajadores. Con la capitalización que realizaron los antiguos operadores privados (BGN), ese porcentaje cayó 6,65%.

A pesar del tiempo pasado, el gobierno provincial recién firmó hace meses el acuerdo de transferencia. Comenzó entonces una discusión sobre la figura bajo la cual se administrarían los activos. El sábado pasado la sociedad anónima eligió a su directorio, integrado por siete trabajadores de toda la provincia. La nueva sociedad anónima constituyó además un fondo para afrontar las contingencias de los posibles juicios de los ex empleados del banco provincial.

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