El trabajo a turnos, factor de riesgo para la salud

Puede generar trastornos acentuados en el sueño, en la alimentación y en la vida social.
El trabajo a turnos se muestra como un factor de posible riesgo para la salud y el bienestar de los trabajadores al generar trastornos acentuados en el sueño, en la alimentación y en la vida social.
Así se recoge en el estudio Estado de salud de los trabajadores a turnos, realizado desde la Unidad de Sueño de la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ), con el patrocinio del Grupo Pikolin, que hoy han presentado las doctoras María Pilar Cuartero y Ana Carvajal.
Los trastornos más frecuentes se dan en el sueño, la zona gastrointestinal y la estructura músculo-esquelética, que requerirán mayor vigilancia y seguimiento médico, al tiempo que las patologías que presentan los trabajadores a turnos se ven más acentuadas en el sexo femenino, debido a la sobrecarga social y familiar que soportan las mujeres.
Factores como la duración de la jornada laboral, que se extiende una hora más por semana en el caso de los trabajadores a turnos, y la disparidad de horarios respecto al resto de componentes del círculo familiar y social influyen en las posibilidades de conciliación del trabajo con la vida familiar.
El descuido en los hábitos es la principal vía por la que se ve alterada la alimentación.
La población a turnos aumenta un 3 por ciento al año en el primer mundo y afecta a un 20 por ciento de la población laboral, dentro de la tendencia general a vivir en una sociedad que está activa veinticuatro horas al día y siete días a la semana.
El informe destaca la importancia para los trabajadores de contar con mayor información sobre cómo afrontar jornadas de trabajo a turnos y en horario nocturno, que pueden desencadenar el llamado Síndrome de Desadaptación al Trabajo a Turnos (SDTT) agudo o crónico, dependiendo del tiempo de evolución del trastorno y de las alteraciones que se produzcan en el individuo.
Para favorecer esta información, los responsables del estudio han elaborado unas guías de actuación generales sobre hábitos que permiten favorecer el sueño, las actividades sociales y una mejor alimentación en estos colectivos.
Respecto al sueño, hay que mantenerlo al menos un periodo de entre cinco y seis horas para que cumpla su función reparadora del organismo, elegir una habitación oscura y sin ruidos para el descanso, establecer rutinas antes de dormir, evitar las bebidas estimulantes, el tabaco o el alcohol y no realizar un ejercicio físico vigoroso antes de acostarse.
El estudio apuesta por desterrar ideas erróneas como que el trabajo a turnos impide la conciliación de la vida familiar y social con la laboral, o que otro tipo de trabajadores pueden realizar más actividades por mantener horarios regulares.
Asimismo se recomienda realizar cuatro comidas -a ser posible dos o tres calientes- al día, un desayuno fuerte cuando se trabaja en turno de mañana, una comida a base de hidratos de carbono complejos cuando se trabaja por la tarde y una comida ligera cuando se trabaja de noche.
El estudio ha sido elaborado por la Unidad de Sueño de la MAZ en colaboración con el grupo de Sueño y Trabajo de la Asociación Ibérica de Patología del Sueño (AIPS), la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón, el Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA), el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo de Barcelona, el Departamento de Métodos Estadísticos de la Universidad de Zaragoza y de un gran número de empresas aragonesas.

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