pamplona. El comité de empresa de Volkswagen Navarra (10 de UGT, 7 de CCOO, 6 de LAB, 5 de CGT y 1 de Confederación de Cuadros) aprobó ayer un calendario de movilizaciones para protestar contra la falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo, un proceso que está a punto de cumplir ya 15 meses de duración sin que se hayan producido acercamientos entre la dirección y los sindicatos.
En este sentido, el programa de protestas elaborado ayer por el comité de empresa tendrá su inicio el próximo miércoles, día 15 de marzo, con una jornada de paro de 24 horas, a la que seguirán otras tantas los días 23, 28 y 30 de este mes.
Además, las movilizaciones se radicalizarán, si no se producen avances significativos en la negociación, con el inicio de una huelga indefinida a partir del día 3 de abril, medida que paralizaría no sólo la fábrica de la multinacional alemana, sino también la actividad de todas las empresas que conforman el parque de proveedores.
En cuanto a las razones que le han movido a tomar esta drástica decisión, el comité indica "la defensa de la propuesta de negociación aprobada por los trabajadores en referéndum el pasado 26 de enero", además de "forzar a la dirección de la empresa a continuar con la negociación". A este respecto, el comité pide que la empresa "desista de aquéllas de sus pretensiones tendentes a desregular nuestras condiciones de trabajo y otras de ahorro de costes".
Asimismo, los representantes de la plantilla exigen que se retiren medidas "puestas en marcha unilateralmente, como outsourcings (externalizaciones), mantenimiento en chapistería y todas las políticas encaminadas a eliminar puestos de trabajo en la fábrica".
sin noticias del gobierno En esta situación crítica, los sindicatos no tenían noticias ayer de una posible convocatoria de reunión por parte del Gobierno de Navarra, tal y como anunció Miguel Sanz el pasado lunes.
En concreto, el presidente del Ejecutivo foral aseguró que los consejeros Francisco Iribarren y José Javier Armendáriz iban a mediar en el conflicto laboral abierto y, en este sentido, su cometido iba a ser pulsar la opinión de la dirección de la empresa, así como de UGT y CCOO por la parte sindical. Precisamente, este anuncio de Sanz de intervenir en el proceso negociador ha producido el rechazo de todos los sindicatos, que únicamente le piden que logre convencer a la dirección para retomar la negociación.
Por su parte, la dirección remitió ayer un comunicado titulado El comité de empresa exige nuevos sacrificios a la plantilla . En el texto hace referencia al coste ecnómico que suponen los 4 días de huelga para los trabajadores. "Resulta difícil entender que lleven meses negociando décimas de puntos sobre el incremento anual, y ahora obliguen a la plantilla a dejarse 2 puntos en descuentos directos sobre su nómina". Además, sobre la negociación, admite que "las cuestiones económicas y de flexibilidad son ya imposibles de mejorar". En cuanto a las otras medidas puestas en marcha, la dirección dice que "no renunciará a mejorar la productividad del centro".