Desmantelan importante red de tráfico de inmigrantes hacia norte de Europa

PARIS . – Una importante red iraquí-kurda de inmigración clandestina hacia el norte de Europa fue desmantelada el lunes durante una acción policial llamada "Operación Bagdad", efectuada simultáneamente en diez países europeos y con participación de unos 1.300 agentes.

En el marco de esta operación fueron detenidas 75 personas.

La "Operación Bagdad" fue iniciada en la madrugada del lunes, movilizando a 1.300 policías, simultáneamente en Francia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Grecia, Noruega, Holanda, Suecia, Reino Unido, coordinada por Europol en el plano policial y por Eurojust, en el terreno judicial.

Esta red es responsable del traslado de cientos de clandestinos hacia Inglaterra y los países escandinavos, por tren o barco, y por el cual exigía el pago de al menos 10.000 euros por persona, según la justicia francesa.

Uno de los cabecillas de la red figura entre las 24 personas detenidas en Francia, precisaron fuentes cercanas a la policía de París.

"Dichas personas, de edades que van de 21 a 48 años, de origen iraquí, iraní, marroquí, tunecino, argelino, mauriciano, turco y francés quedaron en detención provisional", indicó la fiscalía de París en un comunicado.

Esta operación es la culminación de más de dos años de investigaciones, iniciadas después que los servicios franceses fueron alertados por informaciones de la coordinación policial europea Europol y de las autoridades británicas.

"Las investigacions pusieron en evidencia la existencia de una red transnacional bien estructurada de inmigración clandestina de iraquíes y kurdos entre Irak y un cierto número de países del norte de Europa", explicó la fiscalía de París.

"Los emigrantes, provenientes sobre todo del norte de Irak, pero también de nacionalidad iraní, afgana, paquistaní, china o bangladeshí, llegaban a Francia, país de tránsito, a través de Turquía, Grecia e Italia", precisó la fuente.

"Según su destinación final, el Reino Unido o Irlanda en el caso de uno de los destinos de la red, los países escandinavos en la otra, eran enviados por carretera, tren o barco hacia los países de su elección, vía Bélgica, Holanda, Alemania y Dinamarca", agregó.

"Varios cientos de inmigrantes llegaron así clandestinamente a diversos países de la Unión Europea, cada uno de los cuales pagando a los organizadores de este tráfico entre 10.000 y 12.000 euros por el precio de su viaje, precios que podían aumentar sensiblemente en función del origen geográfico o étnico de los candidatos", concluyó la fiscalía de París.

Los principales involucrados en este delito podrían ser condenados a penas de hasta 10 de años de prisión y 750.000 euros de multa.

 

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