Desacuerdo entre empresa y trabajadores hace peligrar Autoeuropa

La permanencia de Autoeuropa, la planta de Volkswagen en Portugal, que supone la mayor inversión extranjera en suelo luso, está en peligro por falta de acuerdo entre empresa y trabajadores sobre el nuevo marco laboral, confirmó hoy a EFE su director de recursos humanos, Julius Von Ingelheim.

Von Ingelheim señaló que, por sí mismos, los "buenos índices de trabajo de Autoeuropa no garantizan su permanencia en el futuro" y pidió "sentido común" para solucionar esta semana el conflicto, ya que, "sin acuerdo, difícilmente se podrá aspirar a conseguir la fabricación de nuevos modelos".

Autoeuropa, situada en Palmela, a unos 20 kilómetros al sur de Lisboa, pretende hacerse con la fabricación de algunos de los nuevos modelos de la marca alemana, que podrían asegurar el actual nivel de empleo en la factoría portuguesa.

La representación de los trabajadores manifestó a los medios de comunicación que rechaza cualquier tipo de presiones y aseguró que la empresa, encabezada por el español Emilio Saénz, pretende reducir el pago de horas extraordinarias del 200 al 50 ciento del valor normal.
Además, la representación laboral acusa a la empresa de plantear un aumentó salarial para 2006 del 2,5 por ciento, frente al 5,5 por ciento que reclaman los empleados.

Tras varias reuniones desde julio pasado no se ha llegado a acuerdos y la empresa cree que las negociaciones están terminadas, a menos que los trabajadores cambien de postura, dijo Von Ingelheim.

"Palmela necesita flexibilidad y hay que encontrar soluciones", dijo el director de recursos humanos, horas antes de que dirección y representantes de los trabajadores se reúnan hoy nuevamente en lo que se considera un último intento de desbloquear la negociación y alcanzar un acuerdo.

En el primer trimestre de 2006, Autoeuropa dejará de producir el monovolúmen Ford Galaxy, lo que agravará la situación de la factoría lusa.

Según Von Ingelheim el "acuerdo debería ser discutido teniendo en cuenta el futuro" y apuntó la posición geográfica periférica de Portugal "como una de las principales causas de los grandes costes de transporte", que tienen que soportar las empresas exportadoras, como Autoeuropa.

En abril pasado, Autoeuropa cumplió 10 años de su inauguración y entonces se supo que ya genera un 1,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) portugués y es responsable del 4,9 por ciento de las exportaciones lusas, según datos del último ejercicio.

Entonces se supo también que un 99,1 por ciento de los 95.660 vehículos producidos el año pasado por Autoeuropa ruedan por carreteras del extranjero y que la planta mantiene el tercer lugar en términos de rendimiento entre las fábricas europeas del grupo Volkswagen.

Además en Portugal se valora su impacto social, puesto que sus 2.955 empleados suponen el 0,5 por ciento de la mano de obra que trabaja en la industria de Portugal y la cifra sube a 8.701 si se contabilizan los trabajadores del parque industrial de Palmela que sirven necesidades de Autoeuropa y otros proveedores.

Pero el año pasado fue, según sus directivos, el peor desde que en 1996 comenzó a producir dos modelos, el Sharan y el Galaxy, ya que de sus cadenas de producción han salido en 2004 unos 43.000 vehículos menos que en 1998 y unos 10.000 menos que en 2003.

Pero la firma cree que el futuro no es sombrío, puesto que Volkswagen eligió a Palmela, en competencia con otros 45 centros de la marca, para producir el nuevo "Cabrio", primer modelo de lujo de la marca que se fabricará fuera de Alemania, con una inversión de unos 300 millones de euros.

El español Saénz ha sido responsable de históricas soluciones para la empresa ante las consecuencias de la caída europea de compras, como cuando la representación de los trabajadores aceptó en 2003 dejar de producir durante cerca de un mes para salvaguardar los puestos de trabajo, todo un hito de la historia industrial lusa.

Sáez (Logroño, 1962) llegó como director general a Autoeuropa en septiembre de 2003, tras haber sido máximo responsable de producción y seguridad industrial de la propia planta y tras iniciar su andadura en la fábrica de Seat de Barcelona (España), en 1989.

 

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