Crisis mundial: ¿Estamos frente al fin del trabajo?

Cuando leemos tantas noticias de crisis económica,  de millones de empleos eliminados del mundo, (sólo en EEUU en los 2 últimos años se perdieron 5.7 millones de empleos) muchos nos acordamos de aquel libro de Jeremy Rifkin de 1995, llamado “El fin del trabajo”. El título parecía la típica estrategia para vender y el contenido bastante ajeno en esa época para algunos, controvertido y polémico para otros.
Contra nuestra voluntad hoy podríamos preguntarnos si no es verdad, si muchas de las cosas que dice el libro ya están pasando. En caso de durar en el tiempo, “El fin del trabajo” no sería otra cosa que un vaticinio que se ha cumplido palabra por palabra.
Dice que las nuevas tecnologías eliminarán millones de puestos de trabajo en el mundo. Incluso habla de una desindustrialización en marcha, una nueva vida del hombre, con mucho tiempo libre y pocas horas dedicadas al trabajo.
Al poco tiempo de publicar este libro, dio una conferencia en Uruguay, donde se centró en lo que se viene: la Era del Comercio Genético. Cómo la aplicación de la genética y la utilización de la biotecnología va a cambiar la economía y el trabajo. Se va a terminar con la reproducción industrial de especies para pasar gracias a la clonación a la “producción de vida masiva y a medida”.
“Existe un nuevo campo llamado PHARMING -dice Rifkin- que convierte a los animales en fábricas químicas clonadas, introduciendo genes en el código genético de estos animales para que produzcan productos farmacéuticos y sustancias químicas en la leche”. ¿Qué pasará con la industria farmacéutica para ese entonces?
El cultivo e vainilla se centra solo 3 pequeños países de Asia. Ya se han hecho experimentos donde en un pequeño laboratorio se reprodujeron millones de células de esa planta a un costo irrisorio gracias a la aplicación de la biotecnología.
“La mala noticia es que 2.5 millones de personas en este planeta se encuentran todavía en la primera revolución industrial: la agricultura, la revolución neolítica” dije Rifkin.
Dice que hay una sobrecapacidad y poca demanda en todos los sectores: acero, autos, productos electrónicos, farmacéuticos, químicos. Las tecnologías de las ciencias de la vida, prometen protagonizar la próxima revolución económica y del trabajo.
Hace nada más que 30 años, un tercio de la población de EE.UU.  trabajaba en fábricas. Hoy el porcentaje es del 17% y sigue cayendo.
Se produce mucho más con menos humanos y hay más ganancias. El proceso de desindustrialización del que hablaba Rifkin es un hecho constatable. Vamos hacia el fin de la fabricación y hacia las fábricas sin obreros (que ya existen) hacia el 2020, como ahora se pueden ver la mayoría de campos sin agricultores que han sido reemplazados desde hace décadas por las máquinas agrícolas y GPS.
Si la fuerza bruta del hombre para el trabajo, ya no sirve, si el trabajo operativo es reemplazable y se obtiene mayor rentabilidad… ¿Entonces cual será el diferencial, si la mayoría de los puestos de trabajo pasarán a la historia, no habrá obreros? ¿Qué tipo de personas serán buscadas por las corporaciones en el futuro? Las mentes brillantes, seguro. Los científicos, técnicos, ingenieros, especialistas, investigadores, los educadores; los llamados trabajadores del conocimiento. Porque el resto del trabajo lo harán mayormente las máquinas. La desindustrialización del mundo está avanzando a pasos agigantados.
El liquidador de sueldos es la persona que empezó en las empresas cuando nadie hablaba de RRHH o dirección de RRHH, contadores que pagaban al personal y hacían firmar un recibo. Con el tiempo se especializaron en la técnica, en programas informáticos  y después se convirtieron en el liquidador de sueldos que hoy conocemos. Pero hoy cada vez hay menos liquidadores en las empresas. Y los que tienen en grandes corporaciones sólo cuentan con una persona. Muchas empresas tercearizan estos servicios con Accenture o IBM con costos más reducidos y sin riesgos legales.
En una conferencia que brindó en Montevideo, Uruguay en 1998, Rifkin explica por qué estamos frente al fin del trabajo y al mundo le van a sobrar  millones de jóvenes que se gradúen de las universidades.
En una extensa charla que vale la pena leer con tiempo, que explica todos estos aspectos y muchos más,  dijo: "Sabemos que se viene el tiempo libre, mucho tiempo libre. La pregunta que nos planteamos es si va a ser para disfrutarlo o para hacer filas de desempleados".
Rifkin augura décadas de inestabilidad y disturbios sociales por la falta de empleo y la disminución de las oportunidades “El trabajador más barato en el mundo no será tan barato como la tecnología en línea que lo reemplace”. El trabajo se convertirá en el privilegio de una elite.
“Tenemos software hoy que hace lo que hacía un contador y abogado promedio hace ocho años y es más barato. Tenemos software hoy que hace lo que hacía un ingeniero promedio hace cinco años, el CAD, que es mucho más barato. Tenemos software hoy que hace lo que hacía el médico diagnosticador hace dos años y más barato. Acabamos de empezar esta revolución” dice Rifkin.
Existe un banco en Londres que es virtual. Tiene 180 empleados y una cartera de clientes del tamaño de un banco mediano. Se maneja a través de una página de Internet y un call center. Es uno de los bancos que mayores beneficios ha dado en los últimos años que no tiene sucursales, no necesita de la mediación humana con el cliente para subsistir.
Hay que rogar por un movimiento laboral nuevo, dice Rifkin. Porque las perspectivas dicen que habrá mucha gente que hoy son obreros o mandos medios desempleada crónica.
En todas las empresas están aplanando las estructuras para pasar a trabajar en redes. En equipos virtuales que se juntan para un proyecto y después se separan. La globalización y la virtualidad será el contexto en donde se desarrollarán los negocios del futuro. ¿Por qué entonces hay quienes (especialmente políticos) que obligan a la gente a seguir atada a viejos paradigmas?.
El siglo de la biotecnología, la fusión de la revolución de la información y las ciencias de la vida va a terminar con el trabajo de masas.
Esta nueva economía logrará productos más avanzados para la vida de las personas, se podrán vivir más años, mejor, hacer mayores negocios a nivel global. Pero no necesitará de la intervención humana para su comercialización o producción.
¿Qué pasará entonces con millones de personas en todo el mundo cuya alta calificación se va diluyendo con los años, subempleados o en estado de desempleo crónico?.

 

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