Crecimiento y empleo prioridades francesas

PARIS -Francia fijó el martes el crecimiento y el empleo como prioridades en una Europa más atenta a la defensa de sus intereses en el marco de la globalización, al señalar las grandes líneas de su presidencia de la Unión Europea (UE) en el segundo semestre de 2008.

El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet, hizo la presentación ante los embajadores franceses reunidos en París, un día después de que el presidente Nicolas Sarkozy señalara en la misma tribuna que Europa será la "prioridad absoluta" de su política extranjera.

Francia sucede en la presidencia de la UE a Eslovenia y como preámbulo, Sarkozy y su primer ministro, François Fillon, visitarán las diferentes capitales europeas, señaló el jefe del Estado.

Por su parte, el secretario de Estado definió cuatro líneas de trabajo para Francia: "crecimiento y empleo", "protección de los ciudadanos", "Europa del futuro" e "influencia de Europa en el contexto internacional".

Jouyet marcó distancia con las posiciones liberales y defendió la "necesidad" de un Europa "más afirmada en la globalización", si bien reconociendo las dificultades que existen con Londres, Berlín y la Comisión Europea al respecto.

"Estar abiertos al mundo no significa ser negligentes, defender nuestros intereses no es defender el status quo, proteger lo que deber ser protegido no es proteccionismo", alegó Jouyet.

"Sea cual sea el grado de liberalismo, cada país en el mundo defiende sus intereses con pragmatismo y sin complejos", prosiguió al comentar que no cree que "el gobierno británico se quedaría con las manos cruzadas frente a una deslocalización de los actividades de la City" (el distrito financiero de Londres).

Jouyet adelantó que París contaba con aprovechar la presidencia de la UE para continuar el debate sobre la política del euro fuerte seguida por el Banco Central Europeo (BCE) a pesar de las críticas francesas.

"La zona euro necesita una política económica y un diálogo más nutrido con el BCE, respetando por supuesto su independencia", dijo.

Aludiendo implícitamente al debate sobre la independencia del Banco Central Europeo (BCE) y a su política en favor de un euro fuerte, Jouyet estimó que "los gobierno no pueden mantenerse indiferentes y deben asumir sus responsabilidades en cuanto a la política de cambios y más globalmente a la políticas financieras".

"El crecimiento y el empleo también deben convertirse en prioridades de la zona euro", agregó en otra alusión al interés del BCE en la lucha contra la inflación.

En cuanto a la política social, Francia estima que "una mayor seguridad debe ir asociada con la flexibilidad que exige la adaptación de nuestras empresas".

París también quiere prestar atención especial a la política europea en materia energética y a la lucha contra el cambio climático.

El secretario de Estado estimó que las relaciones con China, Rusia, los Balcanes, Africa y los países del Mediterráneo deberían figurar en el primer lugar de las prioridades internacionales, haciendo hincapié en la necesidad de una política común en materia de inmigración.

Fillon dijo que la energía y la lucha contra el cambio climático serán uno de los grandes dossieres de la presidencia francesa de la UE, en cuya agenda estará también ‘el gran debate de la revisión de las políticas europeas y su financiación’.

‘Debe ser la ocasión para pasar revista a cada política a la luz de sus beneficios reales y de su coste presupuestario.

Hay que reconocerlo sin tabú: las políticas de la Unión no han sido objeto de una revisión de fondo en mucho tiempo.


Hay que emprenderla con valentía’, dijo.

La inmigración será otro de los temas lanzados: ‘es absolutamente necesario un enfoque común. Debe ser puesto en coherencia con nuestra propia política de inmigración escogida, insistiendo en la importancia de los lazos entre Europa y Africa’, subrayó.

Para el jefe del Gobierno conservador, la UE ‘tiene vocación de ser uno de los actores de la globalización y no uno de sus espectadores. Frente a los imperios que nos rodean, no debe haber ni pasividad ni ingenuidad’.

‘La política comercial de la UE debe tener como primer objetivo aportar beneficios concretos a las empresas europeas’, agregó.

En las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre inversiones y acceso a los contratos públicos para las pequeñas y medianas empresas, París ha pedido a la Comisión Europea que vele por ‘la estricta reciprocidad de las concesiones’.

‘Ni pasividad ni ingenuidad tampoco en el acceso a los nuevos mercados’, donde la presencia económica de Francia está por debajo de su potencial, afirmó el primer ministro.

‘China, la India, Rusia, Brasil, México, Sudáfrica: Todos estos países nos están abiertos a condición de que ampliemos las relaciones con ellos’, agregó Fillon, al precisar que Sarkozy y él han decidido visitar ‘cada uno de estos países’.

Señaló que la intención es asociarlos más a la gestión de los asuntos del mundo y, como ‘contrapartida’, obtener que ‘respeten las disciplinas comunes, sociales y medioambientales’.

Fillon excluyó también ‘la pasividad e ingenuidad’ en la ayuda al desarrollo -área en la que Francia no eludirá sus obligaciones, pero debe salir del enfoque exclusivamente cuantitativo para centrarse en ‘prioridades sectoriales y geográficas’-, y en materia de seguridad.

Anunció al respecto la creación de una comisión interministerial para fomentar las ventas militares francesas: ‘En un mercado en plena expansión, nuestras exportaciones de armamento afrontan una competencia cada vez más diversificada. Francia no debe dejar que se degraden sus posiciones’, sentenció.

Por su parte, el secretario de Estado de Asuntos Europeos identificó ante los embajadores cuatro ‘ejes’ de trabajo para la futura presidencia francesa de la UE: el crecimiento y el empleo, ‘la protección de los ciudadanos’, la ‘Europa del futuro’ y ‘la influencia de Europa en la escena internacional’.

Tras afirmar que el crecimiento y el empleo deben ser también ‘las prioridades de la zona euro’, dijo que para ello ésta necesita ‘una política económica y un diálogo más nutrido con el Banco Central Europeo, en el respeto, por supuesto, de su independencia’.

Jouyet defendió la necesidad de una Europa ‘más afirmada en la globalización’: ‘Defender nuestros intereses no es defender el statu quo y proteger lo que debe serlo no es proteccionismo’, argumentó.

En el capítulo de la ‘protección de los ciudadanos’, dijo que una de las grandes prioridades de París será ‘una política común en materia de inmigración’ que sea ‘eficaz, global y equilibrada’.

Tras evocar la ‘urgencia’ de esa política para los países del sur de Europa, señaló que habrá que encontrar convergencias más importantes’ en las modalidades y dar una mayor atención a la integración ‘real’ de los inmigrantes legales.

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