Condenado un empresario a dos años de prisión y a pagar más de 785.000 euros a una víctima de un accidente laboral

MADRID. El Juzgado de lo Penal número 2 de Alcalá de Henares, España,  ha condenado al gerente y administrador de una empresa a dos años de prisión y a pagar una indemnización de más de 785.000 euros como responsable del accidente laboral que dejó en estado vegetativo a una trabajadora.

El tribunal considera probado que el 1 de julio de 1998 Ana Belén H.H. sufrió una descarga eléctrica al bloquearse una pieza en la máquina con la que trabajaba.

Esto se debió a la "ausencia, puenteo o incorrecto funcionamiento del diferencial que salvaguardaba el circuito eléctrico en el que operaba dicha máquina".

Este accidente laboral hizo que Ana Belén, que tenía 20 años, quedara en estado vegetativo.

Además, sufre total ausencia del lenguaje, visión abolida y su capacidad de comprensión es muy limitada.

Ante estos hechos, la familia de la joven decidió llevar el caso ante los tribunales.


Ahora, tras casi ocho años de proceso, la sentencia ha puesto fin a este largo contencioso con la condena al empresario como autor responsable de un delito de lesiones imprudentes.

Además, esta indemnización es una de las más altas de la historia para un accidente laboral grave.

 

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Condenado un empresario a dos años de prisión y a pagar más de 785.000 euros a una víctima de un accidente laboral

El Juzgado de lo Penal número 2 de Alcalá de Henares, España,  ha condenado al gerente y administrador de una empresa a dos años de prisión y a pagar una indemnización de más de 785.000 euros como responsable del accidente laboral que dejó en estado vegetativo a una trabajadora.
Además tendrá que abonar una pensión vitalicia de 1.666 euros mensuales.
El tribunal considera probado que el 1 de julio de 1998 Ana Belén H.H. sufrió una descarga eléctrica al bloquearse una pieza en la máquina con la que trabajaba.
Esto se debió a la "ausencia, puenteo o incorrecto funcionamiento del diferencial que salvaguardaba el circuito eléctrico en el que operaba dicha máquina".
Este accidente laboral hizo que Ana Belén, que tenía 20 años, quedara en estado vegetativo.
Además, sufre total ausencia del lenguaje, visión abolida y su capacidad de comprensión es muy limitada.
Ante estos hechos, la familia de la joven decidió llevar el caso ante los tribunales.
Ahora, tras casi ocho años de proceso, la sentencia ha puesto fin a este largo contencioso con la condena al empresario como autor responsable de un delito de lesiones imprudentes.
Además, esta indemnización es una de las más altas de la historia para un accidente laboral grave.

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