Bachelet alerta sobre desigualdad de género

El director general de la OIT, Juan Somavía, y la secretaria de las Naciones Unidas para la Mujer, Michelle Bachelet, advirtieron que en el mundo del trabajo la discriminación, en especial la de género, toma nuevas formas, y que la ejercida contra las mujeres genera pérdidas económicas.

La ex presidenta chilena participó como invitada especial en uno de los paneles de la Organización Internacional del Trabajo en el marco de su Conferencia Anual, que se realiza en Ginebra, y basó su discurso en la desigualdad de género, a la que ubicó en el centro de los derechos humanos y como una "cuestión de economía importante".

"El Banco Mundial considera que la igualdad entre hombres y mujeres significa economía inteligente. ¿Cuántas veces el talento se ha perdido por discriminación? Desbloquear la capacidad productiva de la mujer es una acción de la que todos salen ganando, tanto las empresas, los gobiernos, trabajadores y sociedades", sostuvo Bachelet en el pasaje más innovador de su intervención.

Antes, Somavía definió a la discriminación como "un monstruo complejo, que va por buen camino, avanza, cambia y tiene distintas caras en diferentes circunstancias".

"A pesar de los logros, los sueldos de las mujeres continúan siendo el 70 y 90 por ciento de los de los hombres, y muchas de ellas siguen aisladas en cuanto a la educación", especificó.

En términos generales, sostuvo que "la historia ha demostrado una y otra vez cómo la discriminación toma raíces, algunas veces con consecuencias trágicas y otras porque no se quiere abordar el problema".

"La protección social tiene que ver con amparar a los más vulnerables, particularmente en esta época en el que el gasto social está bajo tanta presión, por lo que es prioritario garantizar la manera para que el vulnerable no sea doblemente castigado mediante la discriminación", concluyó para ceder la palabra.

Ante una colmada Sala de Asambleas en la sede de la organización, Bachelet no tuvo que ir lejos para demostrar cómo persisten "los desequilibrios de género, no sólo en el mundo del trabajo sino en el de la participación política y el liderazgo de representación".

"Según me informó el director Somavía, un poco menos del 28 por ciento de los tres mil delegados en esta Conferencia está constituido por mujeres", comenzó y mencionó el informe del titular del organismo sobre la materia en cuanto a los "éxitos, insuficiencias y desfases sobre la falta de igualdad y discriminación en el trabajo".

Al respecto, resaltó que se identifican doce ámbitos de desigualdad, "además del llamado fenómeno de discriminación múltiple por motivos de edad, sexo, raza, grupo étnico, nacionalidad, trabajadores migrantes, religión, opiniones políticas, origen social, condición VIH, discapacidad, orientación sexual, genética y estilo de vida".

No obstante, reconoció que la oficina de Naciones Unidas que lidera detectó cinco aspectos prioritarios en los que hubo avances en cuanto a la discriminación contra las mujeres.

En ese sentido, sostuvo que se lograron progresos en que las mujeres tengan mayor poder económico; participación y liderazgo político; en poner fin a la violencia; hacerlas participar plenamente en procesos de paz y posteriores a conflictos, y reforzar la planificación y presupuesto de desarrollo nacional para promover la igualdad de género.

En cuanto al ámbito laboral, en base a datos de la ONU, Bachelet aseguró que la discriminación de género se encuentra en este espacio en todos los países, e indicó que existen nuevas áreas de desigualdad, como la orientación sexual.

"Si bien la discriminación de migrantes es conocida, en el siglo XXI su práctica es cada vez más nociva, sobre todo en el mercado laboral, en donde las mujeres migrantes son víctimas de acoso sexual", añadió.

Por último, mencionó la ya conocida desigualdad de salario "basada simplemente en el sexo del trabajador", que "sigue siendo uno de los mayores problemas en todas las regiones".

Pese al cuadro de situación, Bachelet rescató que "más de 125 países declararon ilegal la violencia doméstica; 117 tienen leyes de igualdad de paga, y por lo menos 115 garantizan la igualdad en derechos de propiedad intelectual y propiedad en general".

Estos avances demuestran la importancia de "reforzar la coherencia de políticas para eliminar los ataques continuos a la libertad de género", la cooperación entre organismos y "jamás" cejar en el empeño por lograr la meta, agregó.

"La eliminación de la discriminación representa una visión de un futuro mejor. Esto puede y debe lograrse. Las medidas que los gobiernos, las organizaciones de los trabajadores y de empleadores tomen para desterrarla representan verdaderas estrategias que nos permitirán conformar un mundo mejor y de una manera más coherente", concluyó la ex presidenta chilena.

 

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