El Gobierno, los carniceros y el Mercado de Liniers alinearon posiciones, mientras que productores y exportadores anuncian cierres, desempleo y amenazan con recurrir a la Justicia.

Buenos Aires. Representantes de diversos sectores vinculados a la ganadería salieron a marcar su posición frente a la suspensión de las exportaciones de carne por 180 días anunciada el miércoles a la noche por el Gobierno.
En una cancha imaginaria, de un lado quedó el Gobierno junto con los propietarios de carnicerías y el Mercado de Liniers. Del otro, la inmensa mayoría de los productores y exportadores. La medida busca aumentar la demanda interna para que bajen los precios al consumidor.
Desde el oficialismo aseguran que era la única salida posible y les piden a los ganaderos que busquen alternativas. Pero en el campo arrecian las quejas. Y las voces en apoyo a una u otra postura se multiplican.
La Sociedad Rural Argentina (SRA) emitió un duro comunicado en el que rechazó la suspensión por seis meses de las exportaciones de carne, que estima generarán pérdidas por 585 millones de dólares. «A esto hay que su- marle la destrucción de imagen de nuestro país como un productor y exportador previsible y confiable, cuyo daño es incalculable. Esta medida traerá aparejada además la quiebra de varios frigoríficos y una destrucción de empleo de miles de puestos de trabajo», según destacan.
Según la entidad que preside Luciano Miguens, iniciativas como la adoptada por el Gobierno nacional «son de corto plazo y no resuelven el problema de fondo; el problema de fondo, es decir, la escasez de ganado vacuno, se resuelve mediante incentivos a la producción ganadera».
No obstante, y más allá de las propuestas que puedan elevarse, en el sector ya están evaluando medidas en represalia a la decisión que adoptó el presidente Néstor Kirchner. «Creemos que es inconstitucional prohibir la exportación de carne, por lo que vamos a presentar un amparo a la Justicia».
Con estas palabras, Alberto García Llorente, prosecretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), explicó cuál será el rumbo que tomarán los productores para eludir la drástica medida que tomó el Gobierno.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) evalúa seguir el mismo camino, según dijo su presidente Mario Llambías: «Estamos analizando esa alternativa con los asesores legales de CRA, y si lo ven como una posibilidad y es válido, lo haremos».
Según la Sociedad Rural, Rusia, Israel, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Argelia, España y Ucrania son los principales mercados que quedarán comprometidos, «algunos de ellos de manera irrecuperable», indica el comunicado.

El Gobierno, los carniceros y el Mercado de Liniers alinearon posiciones, mientras que productores y exportadores anuncian cierres, desempleo y amenazan con recurrir a la Justicia.

Buenos Aires. Representantes de diversos sectores vinculados a la ganadería salieron a marcar su posición frente a la suspensión de las exportaciones de carne por 180 días anunciada el miércoles a la noche por el Gobierno.
En una cancha imaginaria, de un lado quedó el Gobierno junto con los propietarios de carnicerías y el Mercado de Liniers. Del otro, la inmensa mayoría de los productores y exportadores. La medida busca aumentar la demanda interna para que bajen los precios al consumidor.
Desde el oficialismo aseguran que era la única salida posible y les piden a los ganaderos que busquen alternativas. Pero en el campo arrecian las quejas. Y las voces en apoyo a una u otra postura se multiplican.
La Sociedad Rural Argentina (SRA) emitió un duro comunicado en el que rechazó la suspensión por seis meses de las exportaciones de carne, que estima generarán pérdidas por 585 millones de dólares. «A esto hay que su- marle la destrucción de imagen de nuestro país como un productor y exportador previsible y confiable, cuyo daño es incalculable. Esta medida traerá aparejada además la quiebra de varios frigoríficos y una destrucción de empleo de miles de puestos de trabajo», según destacan.
Según la entidad que preside Luciano Miguens, iniciativas como la adoptada por el Gobierno nacional «son de corto plazo y no resuelven el problema de fondo; el problema de fondo, es decir, la escasez de ganado vacuno, se resuelve mediante incentivos a la producción ganadera».
No obstante, y más allá de las propuestas que puedan elevarse, en el sector ya están evaluando medidas en represalia a la decisión que adoptó el presidente Néstor Kirchner. «Creemos que es inconstitucional prohibir la exportación de carne, por lo que vamos a presentar un amparo a la Justicia».
Con estas palabras, Alberto García Llorente, prosecretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), explicó cuál será el rumbo que tomarán los productores para eludir la drástica medida que tomó el Gobierno.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) evalúa seguir el mismo camino, según dijo su presidente Mario Llambías: «Estamos analizando esa alternativa con los asesores legales de CRA, y si lo ven como una posibilidad y es válido, lo haremos».
Según la Sociedad Rural, Rusia, Israel, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Argelia, España y Ucrania son los principales mercados que quedarán comprometidos, «algunos de ellos de manera irrecuperable», indica el comunicado.