Amas de casa y mayores de 55 años compiten con jóvenes e inmigrantes en la búsqueda de empleo

MADRID. Se cumplen dos años desde que la crisis económica empezara a hacer mella en la economía española y, por ende, también en nuestro mercado laboral. El aumento incesante de la tasa de paro ha provocado cambios importantes en el perfil del demandante de empleo, que ha dado lugar a la aparición de nuevos actores en el escenario de la búsqueda de una nueva alternativa profesional.

En tan sólo 24 meses ha tenido lugar uno de los mayores incrementos en la demanda de empleo que se recuerdan. En este periodo las oficinas de Adecco y su página web han constatado un aumento de más del 100% en las peticiones de empleo, o lo que es lo mismo, en los dos últimos años se ha duplicado la demanda de trabajo, llegando a situarse en el 150% o, incluso, el 200% en regiones como Andalucía, Cataluña o Baleares.

La irrupción en el mercado laboral de amas de casa o de trabajadores mayores de 55 años, ha provocado una competencia por las ofertas de trabajo con jóvenes e inmigrantes, tradicionales destinatarios de las mismas. Además, se ha producido una importante migración del sector de la construcción al de la hostelería y, por añadidura, al resto de sectores, ya que si hace unos años, en pleno boom del primero, fueron muchos los trabajadores de la hostelería que decidieron dar el salto a la construcción, donde encontraban mejores horarios y retribuciones más atractivas, en la actualidad, y ante el estallido de la burbuja inmobiliaria, esos mismos trabajadores se han visto obligados a reorientar nuevamente su trayectoria profesional, bien intentando volver a su sector de origen, bien ampliando su búsqueda a cualquier otro sector.

Estas son las principales novedades en la demanda de empleo que han tenido lugar desde la irrupción de la crisis económica:

Amas de casa
Ya son cerca de 1.220.000 los hogares donde todos sus miembros se encuentran en situación de desempleo. Esto ha originado un incremento de más del 150% del número de amas de casa que han decidido incorporarse al mercado laboral para obtener unos ingresos extra con los que poder hacer frente a su situación familiar. En España hay en la actualidad 4.093.000 amas de casa en situación de inactividad dedicadas a las labores del hogar, mientras que hace tan sólo dos años sumaban 4.572.900. Si además tenemos en cuenta que en ese mismo periodo (2007- 2009) el número de mujeres que decidieron incorporarse al mercado laboral fue de 611.200, esa diferencia en el número de amas de casa que han dejado de considerarse como tales, indicaría que alrededor de 480.000 se encontrarían en la actualidad en situación de búsqueda de empleo.

El perfil de estas trabajadoras sería el de una mujer con una edad comprendida entre los 40 y los 54 años, con hijos y con estudios primarios en su mayoría. En estos momentos, el ama de casa estaría siendo contratada para puestos de acompañamiento escolar, telemarketing, degustación y promoción de productos en grandes superficies, recepcionistas, secretarias o manipulación de alimentos.

Mayores de 55 años
La pérdida de puestos de trabajo ha afectado directamente al colectivo de trabajadores mayores de 55 años, que en el último trimestre de 2009 sumaban 330.000 parados, de los cuales, 142.000 llevan dos o más años sin empleo. Su situación es especialmente compleja ya que en muchos casos se trata de trabajadores que han desempeñado toda su vida profesional en un mismo puesto de trabajo, generalmente muy especializado, y su “reciclaje profesional” resulta más complicado.

Se trata de un colectivo de trabajadores con bastante paridad y con diversa procedencia. Por un lado, entre aquéllos que cuentan con baja cualificación, abundarían mujeres que han desempeñado labores de limpieza o de manipulación de alimentos, y en el caso de los hombres, predominan aquéllos cuya trayectoria profesional se ha centrado en el sector logístico (mozo de almacén) o construcción.

Entre los que cuentan con cualificación predominarían los comerciales (provenientes del sector de la automoción o del inmobiliario) o dependientas, que se ven obligados a reciclarse hacia puestos de atención telefónica (telemarketing). Destaca también un importante volumen de perfiles administrativos, en su mayoría mujeres, que desempeñaban puestos de gestión o de secretarias.

Jóvenes
Tradicionalmente, los jóvenes son el colectivo que más trabajo temporal demanda por su flexibilidad a la hora de trabajar. Con una tasa de paro del 43,8% en 2009, el número de ellos que busca un empleo se ha multiplicado también exponencialmente. Sin embargo, la dificultad para este colectivo radica en que tienen que “competir” con trabajadores con más experiencia y también en situación de desempleo, lo que hace más complicado su acceso al mercado laboral, especialmente de los recién licenciados ya que su experiencia profesional suele ser escasa y las empresas prefieren optar por aquéllos que sí la tienen.

Pese a ello, y si bien es cierto que su inserción laboral dista mucho de la bonanza de la que gozaban hace apenas dos años, siguen siendo el grupo de trabajadores que menos dificultades encuentra a la hora de conseguir un empleo, ya que también son los más flexibles para desempeñar una u otra función. Lo que sí ha variado es que mientras que hace unos años buscaban empleos de manera puntual con los que poder costearse sus gastos o financiar sus estudios, la crisis ha dado lugar a que muchos de ellos, además de trabajar para esos fines, se hayan visto obligados también a aportar ingresos a la unidad familiar como consecuencia de la situación de paro en la que pueden encontrarse algunos de sus miembros. Así, se constata un mayor interés por puestos que hace unos años no lo hubieran despertado o aquéllos de una mayor duración. Dentro de ello, los puestos a los que suelen optar son los de administrativos, mozos y peones, encuestadores, grabadores de datos o dependientes.

Inmigrantes
La tasa de desempleo de los inmigrantes en España roza casi el 30%, lo que supone el doble de la tasa de los nacionales. Los trabajadores foráneos han sido uno de los grupos más afectados por la crisis económica ya que muchos de ellos pertenecían al sector de la construcción o, en su defecto, al área del sector servicios que más ha sufrido sus efectos (hostelería o logística).

Adecco cifra el incremento de la demanda de empleo por parte de este colectivo en torno al 60% con respecto a hace unos años, siendo su perfil el de un hombre, entre 25 y 54 años, con formación básica y en su mayoría provenientes de Latinoamérica (colombianos y bolivianos) o rumanos provenientes del sector de la construcción que buscan empleo en el sector servicios. Son el colectivo de trabajadores más flexible (más incluso que los jóvenes) sin muchas restricciones a la hora de buscar un trabajo, ni siquiera de tipo geográfico. Su principal dificultad radica en el idioma en aquellos casos en el que el castellano no sea su lengua materna, y suelen desempeñar puestos dentro del sector servicios como camareros, mozos de carga y descarga, carretilleros, etc.
 

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