Alto acatamiento del paro bancarios

Un alto acatamiento tuvo el paro de los trabajadores bancarios, principalmente en el interior del país y en entidades públicas, lo cual afectó la atención al público y provocó las quejas de cientos de jubilados que no pudieron cobrar sus haberes,

Si bien el gremio se había comprometido a cumplir con el pago a los jubilados, la ausencia de personal impidió en muchos casos efectivizar los haberes.

La Asociación Bancaria que dirige Juan José Zanola admitió la situación pero responsabilizó a los directivos de las entidades quienes no convocaron a personal jerárquico para realizar los pagos.

Para el gremio, la medida de fuerza tuvo una adhesión del 87 por ciento en promedio, aunque en el interior llegó a superar el 90 por ciento, en una situación similar a la ocurrida en la huelga realizada el 24 de abril pasado.

El sindicato convocó a la huelga tras el fracaso de las negociaciones salariales con las cámaras de entidades financieras que se llevaron a cabo en el Ministerio de Trabajo para reclamar un aumento del 25 por ciento.

Para iniciar la protesta, los bancarios realizaron una movilización por las calles del microcentro porteño lo que generó un importante congestionamiento en el tránsito.

Los trabajadores se concentraron en el Obelisco y de allí iniciaron su caminata por la avenida Corrientes, para luego marchar por las calles Reconquista y San Martín, que concentran numerosas sedes de entidades financieras.

La movilización coincidió también con una importante marcha de los taxistas, que iban desde el Obelisco hacia la sede de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, convirtiendo en un verdadero caos al tránsito en esa zona de la capital.

El secretario de prensa de la Bancaria, Eduardo Berrozpe, estimó que la adhesión al paro trepó al 87 por ciento en promedio y admitió que en muchas entidades no se pudo cumplir con el pago de haberes a jubilados, pese al compromiso del gremio.

Asimismo, Berrozpe señaló que en el interior del país el paro se ubicó en promedio en el 97 por ciento sobre el final del horario de atención al público.

"Esperemos que esta demostración que hicimos haga reflexionar a los banqueros y que el ministro (Carlos Tomada) comprenda que las paritarias deben funcionar como corresponde", advirtió Berrozpe.

Señaló que el paro tuvo un acatamiento altísimo pese a los "aprietes de los ejecutivos" y denunció que muchos cajeros "fueron obligados a realizar otro tipo de operaciones y no las permitidas por el sindicato".

"Frente a situaciones de este tipo, se suscita una discusión, puesto que el trabajador quiere ejercer su derecho de huelga, sino que se generan situaciones que afectan la seguridad del trabajador. Hay aprietes. Es un apriete que afecta la seguridad, porque se está trabajando con plata", sostuvo.

Agregó que "una negociación paritaria no es una negociación entre dos extremos: se debe hacer con elementos técnicos como balances para ver la rentabilidad de las empresas, los gastos de personal, los costos de los servicios y el costo de vida".

A raíz del paro, cientos de jubilados que debían percibir sus haberes no pudieron hacerlo a raíz del paro, según denuncias realizadas en distintas sucursales.

La indignación de los abuelos se detectó en distintas filiales, como algunas del Banco Nación.

Entre los integrantes de la clase pasiva hubo sorpresa porque la Asociación Bancaria había garantizado que la medida de fuerza no afectaría el pago de haberes.

 

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