“Acá, la mayoría de los alumnos obtiene empleo rápido”

El Decano Díaz aseguró que, al ser inmediata la inserción laboral, muchos estudiantes no llegan a recibirse. Por eso, desde su gestión, trabaja para que los alumnos puedan terminar la carrera. Dice también que los contenidos de la formación profesional se deben actualizar constantemente. Sobre la gestión de la Presidencia de la UNLP, reconoce que apoya abiertamente a Gustavo Azpiazu, y cree que su proyecto aún no está agotado
Experiencia y juventud. El decano Javier Díaz con un grupo de alumnos de la facultad que él mismo impulsó
Es imposible pensar el mundo de hoy sin informática. En la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), existe una facultad donde se forman profesionales de esta disciplina que suelen insertarse en importantes empresas de la Argentina y del exterior.
Javier Díaz es el decano de esta unidad académica y afirma que la bolsa de trabajo para los estudiantes, en los últimos años, se ha vuelto bastante activa. “Hay empresas que quieren crecer y necesitan recursos humanos formados”, apunta.

-¿Cómo es la salida laboral de los profesionales que se reciben en la facultad?

-Nosotros tratamos de formar un profesional que se pueda actualizar a sí mismo. Tenemos dos carreras de grado, que son la Licenciatura en Informática y la Licenciatura en Sistemas. Las dos tienen un título intermedio de Analista Programador Universitario a la altura de tercer año, que son 16 materias. Por eso, la mayoría de los alumnos consigue empleo rápido, a partir de ese momento. Sin embargo, esto hace que a veces se presente un problema, y es que muchos de estos chicos al estar integrados al mundo laboral no llegan a recibirse, porque no les alcanza el tiempo para terminar de dar las últimas materias. Por eso, se reciben menos alumnos de los que deberían, aunque se trate de gente que está bien capacitada.

-¿Hay empresas de la región que se acerquen a la facultad para buscar estudiantes avanzados?

-Sí, en Informática tenemos una bolsa de trabajo bastante activa. Hay mucha demanda de programadores. Un nuevo fenómeno es el de las empresas pymes de la región, que quieren crecer y necesitan recursos humanos formados. Además, los sueldos que ofrecen son interesantes. En la medida que uno tiene más experiencia en tecnologías nuevas, ya sea web service, arquitecto de aplicaciones Java o calidad de software, los sueldos comienzan a trepar rápidamente: desde 3 mil hasta 5 mil pesos.

En esta disciplina siempre van surgiendo temas que dan lugar a nuevas materias o cursos, como el tema de seguridad, peritaje y auditoria. Esto se va a profundizar porque, en realidad, la mayoría de la gente ahora depende de algún sistema para hacer cualquier cosa, ya sea trámites con los bancos o de impuestos o planificación de actividades de los docentes, por ejemplo. Casi todo se hace todo por computadora. Aparte, la computación es una tecnología que va creciendo.

-¿Con qué nivel llegan los ingresantes a la facultad?

-Vienen con una serie de dificultades que están vinculadas con escasos conocimientos previos. Eso se nota desde el curso de nivelación. Vienen poco acostumbrados a estudiar muchas horas del secundario y el cambio de estilo y de modalidad de estudio es muy fuerte para ellos. Temas específicos de Exactas como Matemáticas, Física o Computación les cuestan bastante.

-¿De qué manera la facultad se va adaptando a los adelantos tecnológicos de la computación?

-En Informática, contenidos que antes eran de posgrado ahora pasan a ser de grado. Uno va aggiornando permanentemente las cosas. Cualquier curso de computación que se toma hoy en día no es el mismo que el que se tomaba hace cinco años. Lo cotidiano de la tecnología hace que la facultad tenga que dar cosas nuevas todo el tiempo. Por eso tenemos un buen plantel docente, que se va adaptando a los adelantos. Y si bien la formación es básica, los profesores siempre le dan al alumno la chance de ver aplicaciones más modernas.

-¿Cómo es la relación de la facultad con el medio que la rodea?

-Durante esta gestión tratamos de impulsar mucho las vías de extensión: actividades con escuelas, hospitales, bomberos y tercera edad, entre otras. Hay mucha discusión de si la Universidad es útil a la sociedad. Yo creo que eso tiene que ver con los niveles de diálogo y de confianza mutua.

Actualmente, si hay problemas de medio ambiente, inundaciones, o sistemas complejos se consulta a la Universidad. Y la UNLP está saliendo a dar solución a muchos problemas, y aún podría resolver más de lo que se le pide.

-¿Qué opina de la gestión de Azpiazu?

-Está claro que nosotros apoyamos a Azpiazu para que fuera presidente de la UNLP. Creo que su gestión ha mostrado que la apuesta no fue en balde. Azpiazu es una excelente persona, con muy buenas intenciones y con una idea de universidad académica donde se responde a las necesidades del medio. Esto se nota en una muy buena relación con distintos organismos y en el entramado de proyectos conjuntos. Porque no es bueno que a uno lo llamen cuando ya están todas las decisiones tomadas. En ese sentido, la gestión del rector es muy positiva. Además, pienso que este proyecto no está agotado. Da para hacer más cosas.

-¿Cuándo cree que la facultad va a contar con el nuevo edificio?

-La obra se está retomando. Se habían paralizado las tareas porque faltaba presentar una documentación que era un estudio de impacto ambiental. Lo trató el COUT y la Municipalidad presentó un dictamen favorable. A partir de eso se está sacando una resolución para poder proseguir con las obras.
El plazo de ejecución es de 18 meses. Esperamos que se avance con el edificio porque es un limitante importante. La concreción de esta obra es un requerimiento para seguir creciendo.

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“Acá, la mayoría de los alumnos obtiene empleo rápido”

Universidad Nacional de La Plata. Entrevista al decano de Informática, Javier Díaz.

Díaz aseguró que, al ser inmediata la inserción laboral, muchos estudiantes no llegan a recibirse. Por eso, desde su gestión, trabaja para que los alumnos puedan terminar la carrera. Dice también que los contenidos de la formación profesional se deben actualizar constantemente. Sobre la gestión de la Presidencia de la UNLP, reconoce que apoya abiertamente a Gustavo Azpiazu, y cree que su proyecto aún no está agotado
Experiencia y juventud. El decano Javier Díaz con un grupo de alumnos de la facultad que él mismo impulsó
Es imposible pensar el mundo de hoy sin informática. En la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), existe una facultad donde se forman profesionales de esta disciplina que suelen insertarse en importantes empresas de la Argentina y del exterior.
Javier Díaz es el decano de esta unidad académica y afirma que la bolsa de trabajo para los estudiantes, en los últimos años, se ha vuelto bastante activa. “Hay empresas que quieren crecer y necesitan recursos humanos formados”, apunta.

-¿Cómo es la salida laboral de los profesionales que se reciben en la facultad?

-Nosotros tratamos de formar un profesional que se pueda actualizar a sí mismo. Tenemos dos carreras de grado, que son la Licenciatura en Informática y la Licenciatura en Sistemas. Las dos tienen un título intermedio de Analista Programador Universitario a la altura de tercer año, que son 16 materias. Por eso, la mayoría de los alumnos consigue empleo rápido, a partir de ese momento. Sin embargo, esto hace que a veces se presente un problema, y es que muchos de estos chicos al estar integrados al mundo laboral no llegan a recibirse, porque no les alcanza el tiempo para terminar de dar las últimas materias. Por eso, se reciben menos alumnos de los que deberían, aunque se trate de gente que está bien capacitada.

-¿Hay empresas de la región que se acerquen a la facultad para buscar estudiantes avanzados?

-Sí, en Informática tenemos una bolsa de trabajo bastante activa. Hay mucha demanda de programadores. Un nuevo fenómeno es el de las empresas pymes de la región, que quieren crecer y necesitan recursos humanos formados. Además, los sueldos que ofrecen son interesantes. En la medida que uno tiene más experiencia en tecnologías nuevas, ya sea web service, arquitecto de aplicaciones Java o calidad de software, los sueldos comienzan a trepar rápidamente: desde 3 mil hasta 5 mil pesos.

En esta disciplina siempre van surgiendo temas que dan lugar a nuevas materias o cursos, como el tema de seguridad, peritaje y auditoria. Esto se va a profundizar porque, en realidad, la mayoría de la gente ahora depende de algún sistema para hacer cualquier cosa, ya sea trámites con los bancos o de impuestos o planificación de actividades de los docentes, por ejemplo. Casi todo se hace todo por computadora. Aparte, la computación es una tecnología que va creciendo.

-¿Con qué nivel llegan los ingresantes a la facultad?

-Vienen con una serie de dificultades que están vinculadas con escasos conocimientos previos. Eso se nota desde el curso de nivelación. Vienen poco acostumbrados a estudiar muchas horas del secundario y el cambio de estilo y de modalidad de estudio es muy fuerte para ellos. Temas específicos de Exactas como Matemáticas, Física o Computación les cuestan bastante.

-¿De qué manera la facultad se va adaptando a los adelantos tecnológicos de la computación?

-En Informática, contenidos que antes eran de posgrado ahora pasan a ser de grado. Uno va aggiornando permanentemente las cosas. Cualquier curso de computación que se toma hoy en día no es el mismo que el que se tomaba hace cinco años. Lo cotidiano de la tecnología hace que la facultad tenga que dar cosas nuevas todo el tiempo. Por eso tenemos un buen plantel docente, que se va adaptando a los adelantos. Y si bien la formación es básica, los profesores siempre le dan al alumno la chance de ver aplicaciones más modernas.

-¿Cómo es la relación de la facultad con el medio que la rodea?

-Durante esta gestión tratamos de impulsar mucho las vías de extensión: actividades con escuelas, hospitales, bomberos y tercera edad, entre otras. Hay mucha discusión de si la Universidad es útil a la sociedad. Yo creo que eso tiene que ver con los niveles de diálogo y de confianza mutua.

Actualmente, si hay problemas de medio ambiente, inundaciones, o sistemas complejos se consulta a la Universidad. Y la UNLP está saliendo a dar solución a muchos problemas, y aún podría resolver más de lo que se le pide.

-¿Qué opina de la gestión de Azpiazu?

-Está claro que nosotros apoyamos a Azpiazu para que fuera presidente de la UNLP. Creo que su gestión ha mostrado que la apuesta no fue en balde. Azpiazu es una excelente persona, con muy buenas intenciones y con una idea de universidad académica donde se responde a las necesidades del medio. Esto se nota en una muy buena relación con distintos organismos y en el entramado de proyectos conjuntos. Porque no es bueno que a uno lo llamen cuando ya están todas las decisiones tomadas. En ese sentido, la gestión del rector es muy positiva. Además, pienso que este proyecto no está agotado. Da para hacer más cosas.

-¿Cuándo cree que la facultad va a contar con el nuevo edificio?

-La obra se está retomando. Se habían paralizado las tareas porque faltaba presentar una documentación que era un estudio de impacto ambiental. Lo trató el COUT y la Municipalidad presentó un dictamen favorable. A partir de eso se está sacando una resolución para poder proseguir con las obras.
El plazo de ejecución es de 18 meses. Esperamos que se avance con el edificio porque es un limitante importante. La concreción de esta obra es un requerimiento para seguir creciendo.

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