Uno de cada cinco jóvenes europeos está en paro por problemas de formación

BARCELONA. Los jóvenes europeos, grandes perjudicados en la escalada del desempleo, padecen contratos precarios, pero sobre todo una formación opuesta a las necesidades del mercado, concluyeron los ministros europeos de Trabajo, reunidos el viernes en Barcelona.

En diciembre, el porcentaje de desempleados de menos de 25 años trepó hasta el 21,4% en la Unión Europea (UE), es decir el doble del total de la población (9,6%), reveló el viernes la oficina europea de Estadísticas, Eurostat. "Todos los países estamos preocupados por el desempleo de los jóvenes", resumió el ministro anfitrión, el español Celestino Corbacho, al finalizar la reunión informal con sus homólogos.

"El paro de los jóvenes es ante todo una cuestión de formación", consideró el comisario europeo del Empleo, Vladimir Spidla, que no duda en insistir con recomendaciones en la materia. Bruselas está concluyendo los estudios para destinar 100 millones de euros de microcréditos a los jóvenes que quieran crear su propia empresa.

Holanda es el único país que tiene una tasa moderada de desempleo juvenil (7,6%), seguida por Alemania (10,1%), siendo muy crítica, incluso dramática, la situación en los otros países. España tiene el récord absoluto del desempleo entre jóvenes de menos de 25 años, con un porcentaje del 44,5%.

"Hasta un 90% de los despidos en España afectan a contratos temporales y son los jóvenes los que tienen mayormente estos contratos", lamentó Corbacho. El gobierno español, que anunció el viernes un plan de austeridad a tres años, cuenta gastar rápidamente casi 300 millones de euros en la formación de su juventud.

Para Maurizio Sacconi, ministro italiano del ramo, el problema no está ligado al carácter temporal de los contratos. "El trabajo de los jóvenes puede ser precario en sus inicios, pero debe llegar a ser un trabajo de calidad", insistió, y admitió que el porcentaje de desempleo entre los menores de 25 años estaba por encima de la media europea en diciembre (26,2%).

Según los sindicatos europeos, la edad media para hacerse con un contrato de trabajo fijo en Italia es de 37,5 años. Dara Calleary, ministra de Trabajo de Irlanda (31,5% de paro entre los jóvenes), quiere por su parte evitar que se sacrifique a toda una generación. "Hay un riesgo de que los jóvenes se vuelvan dependientes de la ayuda social y que jamás se vean expuestos a la ética del trabajo o a una experiencia de trabajo", explicó la ministra.

Irlanda dispuso de ayudas para los menores de 20 años para incitarlos a buscar trabajo. Asimismo lanzó programas de formación para los jóvenes orientados hacia esos sectores, como la construcción, demolida por la crisis. Pero ninguna solución mágica surgió del encuentro de Barcelona para corregir rápidamente el desempleo entre los jóvenes, ya elevado en la UE desde hace un año (16,9% en diciembre del 2008).

"En el corto plazo, no podremos hacer más que declaraciones de buenas intenciones. Es verdareramente imposible tener resultados inmediatos cuando el tema crucial es la educación", estimó Laszlo Herczog, ministro de trabajo de Hungría, donde el paro entre los jóvenes alcanzó el 29,1%. "La educación y el aprendizaje deben ser alineadas con la demanda del mercado del trabajo", afirmó.

José Isaías Rodríguez, responsable de la gran patronal española CEOE, no lo contradice. "A veces, hacen falta fuerzas de trabajo que no se encuentran en el mercado. Hay que preguntarse si lo que se produce en las universidades está en correlación con la realidad", interrogó.

La paradoja de una juventud cada vez más formada, pero que no encuentra trabajo, fue ilustrada en diciembre de 2008 por los jóvenes griegos, que asaltaron masivamente las calles para dejar patente su malestar.

 

 

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