Trabajadores en Corea del Sur endurecen huelga contra el Gobierno

SEUL . Los trabajadores de la construcción se unieron el lunes a los camioneros en una huelga contra políticas del recientemente asumido Presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, quien ha visto caer su popularidad bruscamente en menos de cuatro meses en el cargo.

La firma en Abril de un acuerdo para la importación de carne estadounidense desató una ola de protestas, motivadas principalmente por temores sanitarios relacionados con el mal de las vacas locas.

Sin embargo, las críticas al convenio evolucionaron rápidamente a ataques más amplios contra las políticas pro empresariales del mandatario, muchas de las cuales le ayudaron a lograr su arrasadora victoria en la elección presidencial de diciembre.

La elección de Lee Myung-bak puso fin a una década de Gobierno de centroizquierda en la cuarta mayor economía de Asia.

La presión sobre el mandatario surcoreano aumentó por la falta de progreso en conversaciones sostenidas durante la noche en Washington para revisar el acuerdo sobre carne.

Los trabajadores de la construcción que se sumaron a la huelga demandan la venta de combustible más barato y sueldos más elevados.

La Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU) dijo que el martes anunciaría el resultado de una votación de más de 600.000 miembros sobre una huelga contra los planes de privatizaciones y reformas de pensiones promovidos por Lee.

Los trabajadores sindicados de Hyundai Motor Co, la mayor fabricante de autos de Corea del Sur, votaron por un margen relativamente estrecho unirse a la KCTU en caso de que se apruebe un paro.

Los múltiples traspiés de Lee desde su triunfo electoral, como el haber tenido que retirar sus nombramientos para algunos de los máximos cargos y la debacle por importación de carne, desataron un torrente de críticas contra el Gobierno. Lee asumió en febrero.

Está previsto que Lee remueva pronto a una serie de importantes asesores y ministros y podría incluso enfrentar la humillante perspectiva de invitar a su principal rival conservador a convertirse en primer ministro para ayudar a aumentar su popularidad, que ha caído a menos del 20 por ciento.

Las protestas se producen al tiempo que el debilitamiento económico global y la creciente inflación se combinan para destrozar las esperanzas de Lee de un crecimiento económico del 6,0 por ciento este año, parte de su promesa campaña de llevar mayor riqueza a los surcoreanos.

La mayoría de los economistas dicen que tendrá suerte siquiera si logra equiparar el crecimiento de un 5, 0 por ciento del año pasado.

 

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