Los obreros de la ex autopartista Mahle, cerrada por sus dueños alemanes en abril, continúan sin saber cuál será su futuro laboral, ya que hasta el momento fracasaron todas las negociaciones con distintos empresarios para la venta y reactivación de la planta ubicada en Rosario.
Ya sólo quedan 139 trabajadores en la extensa y penosa espera, debido a que 391 aceptaron acogerse al retiro voluntario ofrecido por la empresa y respaldado por el gobierno santafesino, ante el fracaso para reabrir la fábrica.
La firma Aros Kim, del argentino Jorge Basualdo, hizo ofertas en reiteradas oportunidades, pero no logró conformar a los representantes de la empresa alemana en el país para que le traspasen las instalaciones, por lo que se truncó la posibilidad de una operación.
De todas maneras, Basualdo mantiene el diálogo con el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, a cuyas autoridades le reiteró su intención de quedarse con la fábrica para reactivarla con 150 obreros y renovación tecnológica.
Según fuentes de la cartera, el empresario estaría intentando acceder a un crédito de la Nación para poder realizar una fuerte inversión y poner en marcha la planta rosarina.
Las puertas de la fábrica de aros de pistón permanecen cerradas desde el 21 de abril, momento en el que los dueños decidieron cerrarla por falta de mercados para colocar la producción, en medio de la crisis mundial.
Desde el momento del cierre, los obreros se turnan para permanecer en el interior de la fábrica, en la toma de las instalaciones, como estrategia para exigir a los Estados nacional y provincial que los ayuden.
En ese escenario, las esperanzas de los 139 obreros -que están cobrando sólo un seguro de desempleo estatal- de volver a producir y cobrar sus salarios se apagan con el paso de los días, ya que no surge una acuerdo de venta.
Entre los principales oferentes se encontraron Norberto Taranto, empresario autopartista, y Ramiro Vasena, propietario de la fábrica de autopartes Europarts, radicada en Brasil: ambos no lograron acordar con los alemanes.
Asimismo, surgió la posibilidad de crear una Unión Transitoria de Empresas (UTE), un mecanismo generalmente aplicado para salvar compañías, pero el proyecto fracasó antes de que se comenzaran a licitar interesados.
"Ya no sabemos nada. No tenemos información. Nadie nos dice nada. Sólo tenemos que esperar. Hace seis meses estamos esperando y tenemos que seguir esperando", dijo el delegado de los trabajadores Claudio Maldonado a Noticias Argentinas.
Este caso se convirtió en testigo del impacto que la crisis mundial tuvo al aterrizar en Rosario, una ciudad en la que se disolvieron cientos de empleos por la baja de la demanda de productos manufacturados.
En el ministerio santafesino, con la secretaria Alicia Ciciliani a la cabeza, mantienen las expectativas en la oferta de Basualdo y confían en que pronto pueda concretarse la venta a ese empresario.