Retención del talento humano en las organizaciones

El talento humano es la capacidad de algunas personas en lograr un alto desempeño, que involucra habilidades claves que no todas las personas han desarrollado. Dado que el talento humano demuestra capacidades específicas superiores a la media de los trabajadores, las empresas suelen desplegar numerosas estrategias para retener ese talento humano (que no es fácil encontrar y desarrollar). En la gestión estratégica de recursos humanos, no todas las personas que trabajan en una empresa son consideradas talentosas. Las estrategias de retención del talento humano en las organizaciones se concentran solamente en el 20% de la población interna (o menos) de una empresa. Por esto debemos distinguir entre retención del personal y retención del talento humano.
Ya en 1998, el libro “La Guerra por el Talento” dió el puntapié inicial al poner sobre la mesa algo que estaba pasando en los mercados de trabajo. El libro decía que el talento importa y que las empresas que tienen éxito en el mercado son las que son las mejores en identificar, evaluar, reclutar y mantener en sus filas a la gente más talentosa. Las personas con las capacidades limitadas que sólo aspiran a una vidad de comodidad sin grandes anhelos o grandes desafíos por cumplir, abundan y las empresas lo tienen muy claro. Aquellos que se destacan por tener habilidades sobresalientes, ambición, una rica personalidad, inteligencia, carisma o potencial para el liderazgo, que tienen una visión de las cosas abstractas ven más allá de lo básico, son aquellos que las organizaciones quieren desarrollar y retener.

Retención del talento 

Especialistas consideran que la retención del talento comienza en el reclutamiento; detectando aquellos nuevos empleados que son considerados particularmente valiosos para una organización. Los cuadros con talento son los que dirigirán la empresa en los próximos años, no hay futuro para las organizaciones sin talento.
Pero aunque la palabra “talento” es común, el concepto sigue siendo elusivo, le falta sustancia, especificidad. Quizás por  esto es que muchas personas tienen problemas para aplicarlo a sí mismos. Para Mc. Kinsey el talento es la suma de las habilidades de una persona, su conocimiento, experiencia, inteligencia, capacidad de juicio, actitud, carácter, y su habilidad para aprender, crecer y desarrollarse, por su puesto en un nivel por encima de la mayoría de las personas.
Los resultados del talento tienen que ver con recurrentes patrones de pensamiento o comportamiento. El conocimiento y las habilidades, por otro lado, implican un comportamiento aprendido, acciones que requieren un procesamiento cognitivo más activo. Si bien las empresas invierten mucho en desarrollar el talento en aquellas personas a quien se les ha detectado potencial para dirigir, lo cierto es que la diferencia la hace ese talento natural que algunas personas poseen de manera innata. Las personas talentosas son poco conformistas, inquietas, buscan desafíos, llevan las riendas de su vida de manera firme, conocen el mercado, tienen una visión de futuro, por esto es que las empresas desarrollan estrategias para retenerlos en sus filas (y que no se vayan a la competencia, sobre todo) de la mejor manera posible.

Acciones de las empresas para retener el talento

1. Identificación del potencial (no se puede retener el talento si no se sabe quienes tienen potencial para desarrollarlo).
2. Participación en programas de desarrollo de habilidades específicas.
3. Mejor remuneración y beneficios extra para perfiles con potencial. Préstamos a tasas bajas o tasa cero. Si tienen problemas con familiares aunque legalmente no corresponda la empresa se ocupa de ello.
4. Beneficios extra: año sabático, proyectos desafiantes, expatriaciones, pago de MBA o conferencias internacionales, participación en actividades “top” fuera del ámbito laboral, cenas, juegos de squash o fútbol con el CEO y un grupo selecto de directores, etc.
5. Liderar equipos de proyectos clave para el negocio.
6. Otras acciones.

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