España/Avilés: El hospital admite que carece de dinero para abrir dos plantas, pese a la falta de camas

Los empleados protestarán para exigir refuerzos de plantilla. El sindicato médico denuncia casos de pacientes que esperaron en sillas a ser operados
La junta del personal del Hospital San Agustín ha convocado para el lunes una concentración ante la falta de respuesta de la dirección del centro a sus demandas. El gerente se negó ayer a reforzar, de momento, la plantilla y a abrir las dos plantas que permanecen fuera de servicio por falta de personal. El responsable sanitario admitió que la demora se debe a la falta de presupuesto, aunque garantizó que se adoptarán medidas extraordinarias en caso de que aumente la presión asistencial. El sindicato médico denunció que pacientes han tenido que esperar en sillas para ser intervenidos por falta de camas.

La dirección del Hospital San Agustín mantendrá cerradas dos plantas de hospitalización al no disponer, por el momento, de presupuesto para la contratación de personal. El gerente del San Agustín, Alfonso Flórez, explicó que el centro adoptará medidas extraordinarias en caso de que se produzca un incremento notable de la presión asistencial, al igual que ocurrió a principios de año como consecuencia de la gripe. El responsable sanitario no consideró que la situación de días pasados justificase la entrada en funcionamiento de las dos unidades de hospitalización.
El sindicato médico SIMPA volvió a denunciar ayer, sin embargo, las condiciones de trabajo en el servicio de urgencias, donde «se ha hacinado a los pacientes». «En los boxes individuales se han colocado dos y hasta tres enfermos y algunos pacientes tuvieron que esperar sentados en sillas para entrar en quirófano porque no había camas», explicó el delegado sindical Ricardo Baldonedo. El servicio no registró ayer, sin embargo, problemas de saturación al quedar camas disponibles en las plantas para los nuevos ingresos.
La dirección del complejo no pudo precisar cuándo podrán entrar en servicio las instalaciones que aún están cerradas. La causa de que las plantas no puedan abrirse reside, según Flórez, en el hecho de que se hayan adelantado varios meses las obras de remodelación. «No había partida presupuestaria para este año y, por eso, no se pueden abrir. No obstante, si hay una fuerte presión asistencial como el año pasado se tomarán las medidas que sean necesarias», insistió.
La respuesta de Alfonso Flórez no tranquilizó, sin embargo, a la junta de personal, que ayer decidió convocar movilizaciones al no ver satisfechas sus demandas. Los delegados sindicales reclamaron al gerente refuerzos en la plantilla para cubrir todas las bajas por enfermedad y poder disfrutar de los permisos acumulados. La primera concentración se celebrará a las once de la mañana del lunes frente a la zona de gerencia, según confirmó ayer Azucena Sánchez, presidenta en funciones de la junta de personal, tras la reunión con el gerente. El responsable del centro sanitario admitió que no se cubren todas las bajas, pero precisó que en momentos en los que lo justifica la sobrecarga de trabajo se «refuerzan la contrataciones por encima, incluso, de la plantilla». Recordó, en este sentido, lo ocurrido también a principios de este año.
Los sindicatos consideran, sin embargo, que la situación es ya insostenible. «Se está mermando la calidad asistencial aunque el gerente niega que sea así. No se pueden tener a los pacientes en las condiciones en las que han estado estos días de atrás», expusieron Trinidad Caminero y David Menéndez, delegados del sindicato de enfermería SATSE. La central puso especial énfasis en el problema que afecta a la enfermería, aunque reconoció que la situación es igual de preocupante en otros colectivos como el de celadores.
Caminero explicó que el traslado de un bebé del servicio de neonatología se retrasó ayer por la tardanza en la llegada de una uvi móvil, primero, y posteriormente por la falta celador. «Todo el personal está desbordado y no llegan a todos los sitios donde se les necesita, dijo Caminero.
El sindicato médico SIMPA lamentó que los criterios económicos prevalezcan en el Hospital San Agustín sobre la «dignidad» de los pacientes.
Ricardo Baldonedo exigió a la dirección que exija los recursos necesarios para abrir las dos plantas que permanecen cerradas. «Si no consigue el dinero tendrá que marcharse. Tenemos un hospital precioso pero ese no es motivo para permitir que los enfermos estén hacinados en urgencias». El médico confirmó que la saturación existente en el centro dificulta la labor de todo el personal. «De esta manera resulta imposible explorar al enfermo», concluyó el delegado sindical.

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