España: sólo el 27% de empresas tienen medidas de conciliación familiar

Los planes para adecuar vida laboral y personal se reducen al 7% de compañías.
Los expertos dicen que la clave es que pacten trabajadores y mandos intermedios.
Siete de cada 10 empresas con sede en España no tienen respuesta sobre conciliación. Así se desprende de un estudio de la escuela de negocios IESE, que constata que el 73% de las firmas consultadas no tienen medidas para compaginar la vida laboral y personal de los empleados. El resto sí "hace algo" al respecto, pero sólo el 7% disponen de planes integrales.
La profesora Consuelo León, coautora del estudio del IESE, afirma con pesimismo que los datos son "bajísimos", sobre todo si se comparan con los de Francia y los países nórdicos, auténticos modelos de la flexibilidad laboral. "En España, todavía queda mucho por hacer porque la conciliación sigue sin ser un asunto prioritario". Al menos, para los empresarios, no así para los empleados, que empiezan a reivindicar su derecho a tener vida después del trabajo.

HORARIO FLEXIBLE
El informe del IESE –para el que se realizaron encuestas en 180 empresas, de las que dos tercios tenían plantillas superiores a las 250 personas– constata que la medida más común entre las firmas que sí ayudan a la conciliación es la del horario flexible. Otra de las medidas estrella es la subvención de guarderías para los empleados con niños pequeños. Mientras que en 1999 el porcentaje de empresas que lo permitían era del 6,2% en la actualidad llega al 30,8%.
Sin embargo, hay datos que no conducen al optimismo. El estudio del IESE constata que en la mayoría de los puestos de trabajo "no hay horarios de salida". De hecho, el 38,4% de los encuestados asegura sin tapujos que en sus empresas "hay una cultura de adictos al trabajo". Además, tres de cada 10 se suelen llevar papeles a casa.

ESPERANZAS DE CAMBIO
A pesar de que la realidad es demoledora, otra de las autoras del estudio, Nuria Chinchilla, insiste en que el momento actual es "esperanzador". Tras aprobar que ningún funcionario salga más tarde de las seis de la tarde, el Gobierno ha prometido incluir en la próxima ley de igualdad "una reflexión" para que los españoles puedan ajustar mejor sus horarios y salir antes del trabajo.
Las expertas del IESE recuerdan que no se trata de algo imposible. Basta hacerse algunas preguntas. ¿Por qué estar dos horas y media comiendo? ¿Por qué convocar una reunión a última hora de la tarde? ¿Por qué estar delante del ordenador cuando no se tiene nada que hacer? "Necesitamos empresas flexibles, que no se queden en el siglo pasado", reflexiona Chinchilla.
A la hora de trasladar los principios de la conciliación a la negociación colectiva, la profesora del IESE, no se muestra partidaria del café para todos. "Ni todas las empresas ni todos los empleados pueden llevar a la práctica las mismas medidas", dice.
La profesora Toledo añade que "los mandos intermedios" son los que tienen la llave de la conciliación. "Cada empleado puede negociar con su jefe directo en función de sus características y las de su trabajo. No todos tienen las mismas necesidades", subraya. Toledo destaca que, además, cada empleado puede demandar soluciones distintas dependiendo del momento de su vida.
Ante el alud de peticiones para instalar un nuevo modelo de organización, los empresarios están "recelosos", según Jaime Montalvo, presidente del Consejo Económico y Social. Sin embargo, Montalvo se muestra a favor de cambiar los horarios para evitar "el mayor de los errores: la pérdida de tiempo".

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España: sólo el 27% de empresas tienen medidas de conciliación familiar

Los planes para adecuar vida laboral y personal se reducen al 7% de compañías.
Los expertos dicen que la clave es que pacten trabajadores y mandos intermedios.
Siete de cada 10 empresas con sede en España no tienen respuesta sobre conciliación. Así se desprende de un estudio de la escuela de negocios IESE, que constata que el 73% de las firmas consultadas no tienen medidas para compaginar la vida laboral y personal de los empleados. El resto sí "hace algo" al respecto, pero sólo el 7% disponen de planes integrales.
La profesora Consuelo León, coautora del estudio del IESE, afirma con pesimismo que los datos son "bajísimos", sobre todo si se comparan con los de Francia y los países nórdicos, auténticos modelos de la flexibilidad laboral. "En España, todavía queda mucho por hacer porque la conciliación sigue sin ser un asunto prioritario". Al menos, para los empresarios, no así para los empleados, que empiezan a reivindicar su derecho a tener vida después del trabajo.

HORARIO FLEXIBLE
El informe del IESE –para el que se realizaron encuestas en 180 empresas, de las que dos tercios tenían plantillas superiores a las 250 personas– constata que la medida más común entre las firmas que sí ayudan a la conciliación es la del horario flexible. Otra de las medidas estrella es la subvención de guarderías para los empleados con niños pequeños. Mientras que en 1999 el porcentaje de empresas que lo permitían era del 6,2% en la actualidad llega al 30,8%.
Sin embargo, hay datos que no conducen al optimismo. El estudio del IESE constata que en la mayoría de los puestos de trabajo "no hay horarios de salida". De hecho, el 38,4% de los encuestados asegura sin tapujos que en sus empresas "hay una cultura de adictos al trabajo". Además, tres de cada 10 se suelen llevar papeles a casa.

ESPERANZAS DE CAMBIO
A pesar de que la realidad es demoledora, otra de las autoras del estudio, Nuria Chinchilla, insiste en que el momento actual es "esperanzador". Tras aprobar que ningún funcionario salga más tarde de las seis de la tarde, el Gobierno ha prometido incluir en la próxima ley de igualdad "una reflexión" para que los españoles puedan ajustar mejor sus horarios y salir antes del trabajo.
Las expertas del IESE recuerdan que no se trata de algo imposible. Basta hacerse algunas preguntas. ¿Por qué estar dos horas y media comiendo? ¿Por qué convocar una reunión a última hora de la tarde? ¿Por qué estar delante del ordenador cuando no se tiene nada que hacer? "Necesitamos empresas flexibles, que no se queden en el siglo pasado", reflexiona Chinchilla.
A la hora de trasladar los principios de la conciliación a la negociación colectiva, la profesora del IESE, no se muestra partidaria del café para todos. "Ni todas las empresas ni todos los empleados pueden llevar a la práctica las mismas medidas", dice.
La profesora Toledo añade que "los mandos intermedios" son los que tienen la llave de la conciliación. "Cada empleado puede negociar con su jefe directo en función de sus características y las de su trabajo. No todos tienen las mismas necesidades", subraya. Toledo destaca que, además, cada empleado puede demandar soluciones distintas dependiendo del momento de su vida.
Ante el alud de peticiones para instalar un nuevo modelo de organización, los empresarios están "recelosos", según Jaime Montalvo, presidente del Consejo Económico y Social. Sin embargo, Montalvo se muestra a favor de cambiar los horarios para evitar "el mayor de los errores: la pérdida de tiempo".

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