Trabajadores portuarios mantenían bloqueadas el lunes las principales terminales del mayor puerto de granos de Argentina en reclamo de un alza salarial, agravando un conflicto que está afectando las operaciones de las firmas exportadoras.
La puja tiene lugar en momentos en que crece el tránsito hacia el puerto tras el reciente inicio de la cosecha de soja en Argentina, el tercer exportador mundial del grano y el mayor proveedor de derivados de la oleaginosa.
En una ampliación de la protesta que comenzó la semana pasada, la Cooperativa de Trabajos Portuarios y el Sindicato Unido Portuarios Argentinos (SUPA) extendieron los bloqueos a la mayoría de las terminales de la zona de San Martín y Timbúes, en los alrededores de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
"Estamos esperando que las terminales llamen y seguramente nos sentaremos otra vez a negociar. Las negociaciones no están cortadas", dijo a Reuters el presidente de la cooperativa, Herme Juárez.
La protesta impide el acceso a Terminal 6 -propiedad de Bunge y Aceitera General Deheza-, además de las terminales de Cargill [CARG.UL] y las pertenecientes a las empresas Toepfer, Nidera, Dreyfus, Minera La Alumbrera y Noble.
La única terminal que no estaba bloqueada era la de la firma Buyatti.
El sindicato de estibadores reclama a las compañías exportadoras aumentos salariales de hasta el 100 por ciento en dólares, en momentos en que acaba de iniciarse la cosecha de soja, que llegaría a un nivel récord de entre 51 y 55 millones de toneladas.
"En esos términos, la negociación no puede prosperar, porque aumentar en esa proporción la tarifa sobrepasa cualquier estimación de aumento que pudiéramos tener", dijo un ejecutivo del sector citado por el periódico La Nación.
Los bloqueos, que hasta la semana pasada alcanzaban sólo a tres terminales de la zona, llevaron a que se acumulen cerca de 5.000 camiones en las inmediaciones del puerto San Martín, generando un caos de tránsito.