Breve recorrido por las organizaciones sindicales de Argentina (1914-1955)

En lo referente al ámbito industrial el crecimiento fue mas bien moderado, entre las industrias  se podía contar a las livianas como las más importantes, ya  que tenían como objetivo principal satisfacer a la demanda interna.
De esta manera, la estructura ocupacional  para 1914, se repartía con un porcentaje de 37% de los trabajadores económicamente activos en el sector terciario, el 31% en la actividad primaria y el 31% en la secundaria.
Los sindicatos eran un reflejo de esta estructura. Por eso la primera organización de trabajadores perteneció al sector terciario y fue  la mutual conocida como la Sociedad Tipográfica Bonaerense, organizada en 1857. Hacia 1870 comenzaron a surgir organizaciones con fines específicamente gremiales, y se formó la Unión Tipográfica fundada sobre la base de la Sociedad Tipográfica Bonaerense ,que fue la generadora de la primera huelga organizada en argentina en 1871
En 1880 creció significativamente la cantidad de asociaciones de este tipo, como La Sociedad de Dependientes de Comercio, la Corporación de Mozos de hoteles, La Unión de Obreros Panaderos, La Sociedad de los Obreros Molineros y La Unión de Oficiales de albañiles.
Las dos federaciones mas importantes nacieron  por estos años y también fueron ambas pertenecientes al sector terciario de la economía: La Federación Obrera Marítima (1910) y La Federación Obrera Ferrocarrilera (1912).
Otra característica significativa de las organizaciones de este periodo fue la gran presencia de extranjeros en la población obrera. Esta cuestión tuvo una importancia crucial para las características que posteriormente iban a poseer  estas organizaciones, ya que a través de estos sectores penetraron las corrientes ideológicas europeas como el anarquismo, el sindicalismo y el socialismo.
Desde fines del siglo XIX hasta 1910 predominó la corriente anarquista o el anarco-sindicalismo claramente  enfrentada a la corriente socialista. Este hecho se podía observar claramente entre las organizaciones federativas, ya que esta disputa terminó con la disolución de la Federación de Trabajadores de la Región Argentina (1891).
En 1901 ambas partes llegaron a un acuerdo y consiguieron conformar La Federación Obrera Argentina (FOA). Pero posteriormente los socialistas se organizarían por su cuenta en La Unión General de  Trabajadores (UGT) en 1903 y los anarquistas conformarían La Federación Obrera de la Región Argentina (FORA) con una postura explícita.
En la primera década del siglo XX el anarquismo comenzó a ser objeto de una importante persecución  a través entre otras cosas de leyes represivas, como la Ley de residencias (1902) y la Defensa Social (1910).
Por esto, el movimiento anarquista se vio amedrentado y fue dejando su lugar protagónico a la corriente sindicalista.

El gobierno radical  y el protagonismo  del sindicalismo:

El sindicalismo fue una corriente relacionada con las organizaciones obreras que se caracterizó por declarar una clara oposición a que los partidos políticos se entrometiesen en los asuntos laborales. Consideraban que si se dividían en pos de ideologías políticas, se debilitarían  como fuerza negociadora frente al empresariado.
Por otro lado, a diferencia del anarquismo que equiparaba a todos los trabajadores en el lugar de explotados, el sindicalismo reconocía escalafones entre los trabajadores como resultado de las diferencias de capacidad o de conocimiento. Esta visión se correspondía más fielmente con la realidad del país en la medida en que para 1914 los talleres artesanales representaban un porcentaje muy bajo con respecto a la importancia que habían tenido a fines en la década de 1890.
La importancia del sindicalismo fue muy clara durante este periodo y esto se reflejó en la conducción de las federaciones. Tomaron la dirección de la UGT en 1906 y la transformaron en la CORA Cofederación Obrera Regional Argentina (CORA)  en 1909. También quedaron en sus manos La Federación Obrera Ferrocarrilera y La Federación Obrera Marítima.
Posteriormente, luego de una lucha con el anarquismo, crearon la FORA luego de disolver la CORA en donde impusieron la visión sindicalista. Pero los anarquistas no admitieron este liderazgo y crearon otra FORA (la que respondía al V Congreso) opuesta a la FORA sindicalista (que respondía al IX Congreso).
Finalmente la línea sindicalista incrementó significativamente el número de los sindicatos adheridos demostrando su supremacía en este periodo.
Si bien en el gobierno de Yrigoyen existieron desde un principio muy buenas relaciones con los sectores sindicalistas, no siempre las iniciativas pro-laborales llegaron a buen puerto por la oposición parlamentaria que estas sufrían, como por ejemplo la jornada de 8 horas para los trabajadores ferroviarios.
Por otro lado, es valido aclarar que  la política pro-laboral había comenzado antes del gobierno radical. Esto lo demuestra la promulgación de la ley 4661 de descanso dominical (1905), la ley 9653, de cajas de pensiones y jubilaciones para ferroviarios (1915) etc.
En términos legislativos el gobierno radical no difirió mucho de las anteriores presidencias aunque si lo hizo en cuanto a su intervención  con respecto a los conflictos obreros, ya que Yrigoyen se ocupó personalmente de ellos en la búsqueda de una solución.
Igualmente este gobierno no renunció a la represión cuando lo creyó necesario, como en la Semana Trágica de 1919 o la represión de la Patagonia en 1921-1922. Estas revueltas en su mayoría de origen anarquistas o socialistas hicieron que el gobierno endureciese su posición frente a ellos apoyando explícitamente el ala sindicalista.
Por esto fue que para la década del veinte cada una de las corrientes dirigía su  propia federación.

LA CGT

La  Federación Obrera Poligráfica Argentina (FOPA) de 1927 fue la que primero llamó a la unificación de los distintos sectores, en la medida en que ella misma era el resultado de un acuerdo entre las diferentes alas ideológicas, consideraba que este podía ser un hecho beneficioso a escala nacional.
El intento de unificación se realizó entre la COA y la USA en 1929 . La USA era una organización básicamente sindicalista  que contaba con pocos adherentes y tenía una influencia en los sindicatos del Mueble, Calzado, Construcciones Navales y Marítimas etc.  La COA  poseía un numero mayoritario de socialistas y se centraba en los grandes gremios como La Fraternidad y La Unión Obrera Municipal. Si bien los conflictos entre socialistas y sindicalistas siguieron latentes la crisis del 30, junto con el golpe de estado y la crisis laboral, decidieron la necesidad de la unificación que se llevó a cabo el 27 de septiembre de 1930, dando creación a la Confederación General del Trabajo (CGT).

La llegada de Perón:

Con la llegada de Perón al Departamento Nacional del Trabajo y Previsión social comenzó una etapa de accionar pro-obrero que se continuaría en el tiempo.  Perón promovió la negociación generando mayores beneficios en vacaciones y salarios, instó a la formación de sindicatos, se preocupó por el futuro legal de los trabajadores, promovió la protección de los trabajadores del agro etc.
Los sindicatos sindicalistas vieron con muy buenos ojos el accionar de Perón, pero no ocurrió lo mismo con las agrupaciones socialistas y comunistas que veían como una amenaza el crecimiento  del poder del presidente.
Por otro lado, la presencia cada vez más importante de Perón como secretario de Trabajo y Previsión Social, ministro de Guerra y vicepresidente generó una clara oposición del sector empresario a su accionar así como también de algunos sectores obreros.
En octubre estalló la oposición en las fuerzas armadas, las cuales pidieron la renuncia de Perón y su detención.  Los trabajadores adherentes a su persona no dudaron en amenazar con realizar  una huelga general . Estos hechos terminarían posteriormente con la manifestación del 17 de octubre a favor del presidente que inauguró al peronismo como un fenómeno de masas y a Perón como un líder indiscutido.

El gobierno de Perón:

Perón triunfó junto con la elección de sesenta y cinco diputados laboristas. Esta etapa fue un momento de clara conveniencia para los sectores obreros cercanos a Perón y una época difícil especialmente para los comunistas, ya que el presidente no admitió disidencias y no  permitió autonomías.
De esta manera, la CGT fue controlada como un elemento más de la estructura corporativa partidaria. Este hecho se vio de manera muy clara con la colaboración incondicional de la misma frente al Plan Quinquenal.
Como contrapartida a esta sumisión incondicional las organizaciones obreras  fueron altamente beneficiadas con la intensificación de las medidas comenzadas en 1943 y 1945: subió significativamente el salario, se crearon gran cantidad de sindicatos, se generaron una gran cantidad de convenios colectivos de trabajo etc.
Por otro lado, no solamente fueron importantes los beneficios materiales, los simbólicos también tuvieron una centralidad significativa. Eva Perón fue la artífice principal de esta fuerte sensación de poder compartido  que se había generado en los trabajadores.
Por otro lado, este fuerte sentimiento de identificación con el peronismo se vio alentado con la política de nacionalización de las empresas públicas fuertemente alentada por este gobierno , como la  ferroviaria en 1948.
Posteriormente, la economía fue entrando en una crisis,  por lo que bajó el salario real y comenzaron las huelgas. Con la muerte de Eva Perón en 1952 los problemas se intensificaron.
Pero pesar de los inconvenientes en la relación entre el presidente y las organizaciones sindicales, cuando el golpe era casi un hecho, la CGT estableció la conformación de una resistencia obrera que fue rechazada por Perón, quien erróneamente siguió confiando en la lealtad de las fuerzas armadas.
Finalmente Perón fue derrocado en 1955 por la Revolución Libertadora que traería un nuevo período de  crisis a los sectores obreros.

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