MADRI.D Más del 90 por ciento de las empresas españolas asegura reciclar periódicamente el papel y cartón que se genera en su actividad laboral, frente al 80 por ciento de las compañías europeas, lo que sitúa a España a la cabeza de Europa en esta práctica ‘verde’, según revela el estudio ‘El Observador del Vehículo de Empresa (CVO)’ promovido por Arval, Compañía especializada en renting.
El informe -que analiza, entre otros aspectos, las políticas ecológicas de más de 4.000 empresas de nueve países europeos- pone de manifiesto, en palabras de sus impulsores, la preocupación "creciente" de las empresas españolas por el cuidado del medio ambiente y la optimización de costes, que "se refleja en las actividades cotidianas relacionadas con el ahorro de energía, la elección de vehículos corporativos o el reciclaje de material de oficina".
De hecho, el encarecimiento de la factura eléctrica ha convertido el ahorro de energía en una prioridad para las Compañías españolas. Así, el informe indica que el 84 por ciento, frente al 78 por ciento de las europeas, inculca a sus empleados costumbres que evite el malgasto de electricidad como apagar las luces o el aire acondicionado cuando abandonan el lugar de trabajo.
Con respecto a la selección de vehículos corporativos, casi la mitad (48%) de las empresas españolas reconoce guiarse por criterios ecológicos, mientas que en el resto de Europa este porcentaje es algo mayor (52%). La reducción del impacto de las emisiones de dióxido de carbono, así como una rebaja en el consumo de carburante, son las principales causas de esta inclinación por los ‘automóviles verdes’.
Asimismo, el consumo y el ahorro, son los motivos que alegan siete de cada diez compañías nacionales para medir regularmente el consumo de combustible de sus vehículos, mientras que casi el 45% –en línea con la media de Europa– afirma llevar un control "puntual" de las emisiones de CO2, que emiten sus flotas, por delante de países como Alemania.
Sin embargo, el mismo estudio refleja la fidelidad de las empresas españolas con sus proveedores, ya que tres de cada diez estarían dispuestas a cambiar a sus suministradores habituales por otras marcas más ‘verdes’.