Al menos seis años más de estancamiento de la economía española

"Cinco o seis años de relativo estancamiento económico no nos los quita nadie". Así de claro lo tiene Juan José Dolado, profesor y miembro de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que ayer presentó junto a los economistas Samuel Bentolila y Pablo Vázquez un informe de la Fundación sobre la crisis económica. Y al ser preguntado al respecto, Dolado aclaró que "relativo estancamiento" es crecer por debajo del 1,5%.

Una de las principales conclusiones de este estudio, en la que han participado treinta economistas de dentro y fuera de nuestras fronteras, es que las reformas llevadas a cabo en España no son suficientes para salir de la crisis, por lo que abogan por completar las que ya están en marcha y abordar otras nuevas.

Uno de los trabajos que incluye el estudio analiza precisamente las semejanzas entre el Japón de los noventa —la década pérdida—, y la España actual y por desgracia, a juicio de los autores, hay muchas similitudes, menos en la tasa de desempleo que es muy superior en nuestro país.

En concreto, analiza la evolución del mercado de trabajo español frente al francés y concluye que el peor comportamiento de España se explica por la brecha entre el coste del despido de los contratos temporales y los indefinidos.

Dolado y Bentolila argumentaron, en este sentido, que si en vísperas de la crisis, en 2005, se hubiera aprobado el contrato único, que esta misma Fundación propuso en el ya conocido como "Manifiesto de los 100", la tasa de paro en España podría haber aumentado hasta un 45% menos. Nos habríamos ahorrado cinco puntos de desempleo, o lo que es lo mismo, habría 1,2 millones de parados menos.

En este sentido, ambos profesores coincidieron en que la reforma laboral aprobada por el Gobierno va en la dirección correcta pero se ha quedado muy corta. "Los políticos no tuvieron agallas para introducir el contrato único", llegó a apuntar Dolado.

Otro de los capítulos se refiere a las cajas de ahorros y a la profesionalidad de sus gestores. Un presidente sin experiencia bancaria, sin formación de posgrado, y que ha ocupado un cargo público eleva la tasa de morosidad de una caja entre el 4% y el 7%, concluye el informe.

 

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