Las aerolineas escandinavas SAS -a las que pertenecía Spanair- anunciaron hoy miércoles pérdidas por 1.040 millones de coronas (alrededor de 101 millones de euros) y un programa de "apretarse el cinturón" que implica recortar la plantilla con entre 1.000 y 1.500 puestos. El plan también incluye retirar 14 aviones de varias rutas y reducir los salarios del personal de tierra y de vuelo entre un 10% y un 20%, medida que encontrará dificultades ya que el personal de los países nórdicos se rige bajo diferentes sindicatos y leyes.
Mats Jansson, jefe del concierno escandinavo, comentó que estas medidas «son necesarias para la supervivencia de la compañia.» Según las cifras presentadas en rueda de prensa, en el último trimestre descendió el número de pasajeros con un 17,4% y las ventas no pasaron de 12.223 mil millones de SEK (coronas suecas).
El grupo escandinavo SAS, que últimamente achacaba sus pérdidas a Spanair, vendió esa compañia en enero de este año a un grupo de empresarios catalanes.