Situaciones de conflicto

Al hablar de conflicto estamos generalizando, como si subyacente a nuestro discurso hubiese un supuesto implícito: que todos los conflictos son equiparables entre sí. Primera aclaración, entonces: aunque generalicemos por comodidad y sencillez de la exposición, hay que tener muy en claro -sobre todo al momento de la acción y en la etapa previa, de planeamiento- que hay distintos tipos de conflicto:
a) intrapersonal: es aquel que se desarrolla entre dos áreas de una misma persona, y que puede presentarse cuando quien lo soporta experimenta necesidades que están en conflicto entre sí -como cuando alguien desea ascender en el trabajo, y haría cualquier cosa para conseguirlo, pero al mismo tiempo quiere ser aceptado por el grupo de sus compañeros- o cuando el individuo sabe lo que quiere, pero no lo logra debido a inferencia de bloques externos, que actúan a modo de barrera.
Cuando alguien sufre frustración su conducta muestra fácilmente alguna de estas características típicas: agresión regresión, fijación y resignación. Para Brown “la agresión es, esencialmente, la necesidad de hacer algo ante las circunstancias penosas o desagradables, ya sea evitarlas o dominarlas”; la regresión se presenta como una interrupción del intento por superar los problemas para volver a una conducta más primitiva e infantil -como el jefe que “se agarra un berrinche” ante una situación que teme no poder resolver-; la fijación consiste en estereotipar una detrminada conducta, a pesar de que la experiencia la muestre como inútil y carente, por tanto, de valor adaptativo; la resignación actúa como una suspensión de los intentos de adaptación -como el desempleado que luego de repetidos intentos por conseguir trabajo, sin obtenerlo deja de buscarlo-(1)

b) interpersonal: adquiere la forma de confrontación entre individuos en la que cada uno de los contendientes trata de quedarse con el dominio de un recurso escaso -que tanto puede ser material como inmaterial: status, fama, poder, etc.- o de un individuo contra un grupo.

c) grupal: podríamos aquí distinguir entre los conflictos que se dan en el seno de un grupo determinado -p.ej. cuando en una oficina se forman dos bandos-, y los que se producen entre grupos distintos dentro de la misma organización -“los de ventas” contra “los de cobranzas”-, o entre grupos de organizaciones diferenciadas (la gente de expedición de una Compañía y los de compras de otra).

d) interorganizacional: es el que se suscita ya no entre personas actuando a título individual, o como componentes de grupos, sino entre organizaciones; Hall señala que dado que estas  producen resultados que tienen efectos sobe otras organizaciones, con cuyos resultados suelen oponerse, “lo que realmente altera la textura de la sociedad son los conflictos entre las organizaciones (…) Siendo así que las organizaciones constituyen un componente tan importante de los conflictos que se presentan en la sociedad, se sigue de allí que las organizaciones son fundamentales para el cambio social a través de este mecanismo” (2)

e) social: se presenta cuando los actores son grupos extendidos y sus efectos se hacen sentir en el conjunto de la sociedad.

De esta clasificación el conflicto intrapersonal queda para ser atendido por la psicología, y el social por la ciencia política y la sociología. Aquí nos ocuparemos del conflicto organizacional (tanto el interpersonal y el grupal, intraorganizacionales, como el interorganizacional).

Notas
(1) Herb Cohen: Todo es negociable. Sudamericana-Planeta Bs As, 1986, p.13
(2) Samuel Bacharach: Negociación dentro de las organizaciones (mimeo de una publicación en Max Bazerman y R. Lewicki) -eds- Negotiating in organizations. Sage Publications. Beverly Hills, 1983.

 

Dejá un comentario