Especialistas consideran que el DF es una urbe competitiva sólo "a medias"; la capital de la república no es competitiva en ramas como la industria manufacturera, pero sí para los servicios, aunque este sector aún no produce suficientes fuentes de trabajo, señalan.
Gabriela tiene 24 años, es médico general egresada de una universidad privada. Mide 1.70, es de piel blanca, tiene ojos verdes, y ante la falta de espacios laborales actualmente se gana la vida trabajando como edecán en eventos empresariales.
Ella ha intentado colocarse en instituciones privadas y públicas de salud para ejercer su profesión, hasta el momento sin éxito. Por eso se gana la vida de edecán, una ocupación que goza y le ha permitido sostenerse económicamente en varias etapas de su vida.
Hace unas semanas presentó su examen para hacer la especialidad en Cirugía en alguna clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y mientras se dan a conocer los resultados, determinó continuar su otra vocación: la de edecán.
Luis es un joven taxista. Está desesperado porque no le va muy bien y su futuro económico parece no tener dirección.
"No hay empleo. Tuve que trabajar en esto porque no hubo de otra", lamenta.
A sus 29 años y padre de dos hijas, asegura que ya no sabe qué hacer. "A veces pienso que es mejor irse de la cuidad de México".
Como Gabriela y Luis, muchos jóvenes del Distrito Federal no encuentran oportunidades de trabajo adecuadas y suficientes.
De acuerdo con investigadores y autoridades, los jóvenes están abandonando la ciudad de México en busca de empleo para mejorar su calidad de vida.
Antonio Purón, investigador en materia económica de Metrópoli 2025, asegura que los jóvenes capitalinos buscan más opciones afuera del Distrito Federal, sobre todo en ciudades que cuentan con industria manufacturera -fábricas e industrias químicas, petroleras, farmacéutica, acero, entre otras-, y quienes cuentan con más preparación prefieren emigrar al extranjero.
Señaló que la capital de la república no es competitiva en ramas como la industria manufacturera, pero sí para los servicios, aunque este sector aún no produce suficientes fuentes de trabajo.
Benito Mirón Lince, subsecretario de Trabajo del DF, reconoció que al igual como sucede en el resto del país, hay muchos jóvenes que se van a la frontera.
"En el DF hay 200 mil desempleados y, aunque hay programas de empleo, éstos no responden del todo a la gran demanda", subrayó.
Incluso dijo que en las ferias del empleo que organiza el gobierno capitalino, más de un 60% de los asistentes tienen edades que oscilan entre los 19 a 29 años. Sin embargo, la mayoría no encuentran empleos bien remunerados o no hay vacantes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el DF registró una tasa de desempleo de 4.98% durante el segundo trimestre de este año, uno de los índices más elevados del país.
Gene Towle, socio director de Softec, empresa especialista en estadísticas económicas e inmobiliarias, destaca que en los últimos cinco años, 200 mil personas se fueron del DF, principalmente jóvenes. "Estamos en un ciclo de deterioro. Otras ciudades ofrecen oportunidades a sus habitantes, con mano de obra calificada y con fuentes de empleo, ya sea Singapur, Sao Paulo o Canadá. Y nosotros no avanzamos", afirma.
Según el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2007, del Banco Mundial, los jóvenes constituyen casi la mitad de las filas de desempleados en el mundo. Además de la falta de educación, no encuentran oportunidades de trabajo y deciden emigrar.
Esta tendencia, asegura Towle, es común en nuestra ciudad. Por ello, propuso consolidar a la industria, replantear el modelo urbano integral, establecer la planeación de ciudades funcionales, consideró.
José Castillo, catedrático y urbanista de la Universidad Iberoamericana, comenta que si la ciudad de México fuera competitiva al 100%, es decir generara empleo, atrajera una mayor inversión, ofreciera una mejor calidad de vida a sus habitantes, participara más en el mercado nacional e internacional, no habría este tipo de problemas.
Desde su punto de vista, el DF es una ciudad competitiva "a medias" porque no se ha aprovechado la cercanía con Estados Unidos. "Podríamos abrir más negocios, explotar más el sector inmobiliario y de entretenimiento".
En contraparte, María de la Luz Hernández Trejo, directora de Regulación y Fomento Económico del Distrito Federal, sale a la defensa y asegura que el DF es una ciudad competitiva y global, con una aporte de 24% del Producto Interno Bruto (PIB). "Casi llegamos al 20% de la generación de empleos a nivel nacional, tenemos el mayor número de egresados de escuelas superiores y de posgrado, así como el 50% de los investigadores del Conacyt. Comentó que la ciudad nos ofrece la posibilidad de desarrollar varios sectores como el turismo, las tecnologías de la información (software) que sirven para llevar procesos administrativos en empresas y la operación crediticia de los bancos. Así también, está el desarrollo de medios y todo lo relativo a telecomunicaciones (sistemas de voz y datos).
"Lo único que no se debe hacer es atraer industria pesada, porque no hay espacio en la ciudad para que se desarrolle, pero sí actividades como investigación e innovación", asegura.
